DigitalMex - Periodismo Confiable

Pierre Jodlowski describe el trabajo de musicalizar La huelga, de Sergei Eisenstein, como un proyecto que marcó su vida de manera personal y artística. Enfrentarse al virtuosismo del cineasta ruso desató el encuentro con su lenguaje personal, su estilo como compositor y sus propias técnicas de montaje, mismas que mostrará durante la 45 edición del Festival Internacional Cervantino con un cine-concierto en vivo.
“La película es tan densa que no sabía muy bien cómo encontrar un equilibrio entre la música que ilustrara la película y fuera interesante, o una música demasiado fuerte que resultara en algo muy denso al acumularse las imágenes con la música”, platicó Jodlowski en conferencia de prensa con los medios mexicanos, vía digital desde Polonia.
“Se trata de una película muda y por lo tanto no tiene los mismos límites que las películas sonoras. Así fue como me interesé por toda la cuestión de la sincronización, por desarrollar estrategias para sincronizar el sonido con la imagen”.
La pieza estrenada en 2000, luego de dos años de investigación y creación en conjunto con la Cinemateca de Toulouse, se presenta como un espectáculo multidisciplinario que busca, principalmente, acentuar la actividad del escucha a través de dimensiones que trascienden la simplicidad de un instrumento, un intérprete o una orquesta.
Para llegar a su objetivo, el compositor francés categorizó los sonidos; primero, aquellos que remitían a lo real al empatar imágenes con sus respectivos animales, multitudes y fábricas. Segundo, al recurrir a lo melódico con ayuda de instrumentos clásicos y una orquesta. “Me dediqué a encontrar estrategias que permitieran un equilibrio entre los momentos de ilustración y los de autonomía, así fue como fue surgiendo el contrapunto”.
Reconocido como una de las figuras más relevantes de la escena musical francesa, Pierre Jodlowski busca una percepción global de arte que se enriquezca con la fluidez y la relación con el espectador.
“Me interesa aumentar los parámetros que van atraer permanentemente la atención. Puede de pronto haber un músico, pero también viene alguien a hacer gestos en escena, o puede haber luces; hay cosas que van a provocar interrogantes constantes en el espectador”.
Para Jodlowski, crear una historia sonora para el filme, que cuenta el trágico final de una protesta obrera antes de la Revolución rusa de 1917, también significó contribuir a la actualidad de la narrativa y la importancia al estandarte revolucionario que representó Eisenstein.
“Hay dos revoluciones en Eisenstein: la Revolución rusa y la revolución cinematográfica. Es importante no disociarlas porque hubo fenómenos históricos y políticos que permitieron que se liberara una energía enorme y un deseo de utilizar la herramienta del cine, pero apropiándosela, no sufriéndola pasivamente como si fuera una imposición del cine hollywoodense norteamericano”.
La huelga, de Sergei Eisenstein, musicalizada por Pierre Jodlowski, se presentará por primera vez en México dentro de las actividades de la 45 edición del Festival Internacional Cervantino, como parte de la programación de Francia, país invitado de honor.
“Cada vez se trata de un concierto único, porque cada vez hay posibilidad de mezclar los elementos de la banda sonora. Cada vez es una mezcla distinta, se trata de una obra sinfónica con los mismos elementos, pero reinterpretada, por eso necesito estar ahí. El concierto del Cervantino será ese, no habrá otro igual”, finalizó el compositor.