Espeleólogos cubanos anunciaron el descubrimiento de un nuevo sitio de arte rupestre en una cueva de la Sierra Maestra, al sureste de la localidad de Guisa, provincia de Granma.
El hallazgo consiste en un grupo de petroglifos (tallas o incisiones hechas en la roca) de la época precolombina.
Según miembros de la Sociedad Espeleológica de Cuba, este descubrimiento es de particular importancia por tratarse de los primeros grabados reportados en la zona, pues los siete sitios de arte rupestre registrados anteriormente en la provincia de Granma se concentran en las inmediaciones de Cabo Cruz, en la zona occidental.
El lugar nombrado “La Cueva de Runel” fue inscrito como el sitio número 302 en el Registro Nacional del Arte Rupestre Cubano.
El sitio muestra las pictografías y petroglifos elaborados en cavernas, solapas, grutas y rocas por grupos asentados en el archipiélago cubano, antes de la llegada de los conquistadores.
El arte rupestre como forma de expresión, fue concebido por los aborígenes que poblaron el archipiélago cubano como una función fundamental propiciatoria en los periodos iniciales de su desarrollo.
Más tarde se le concedió una dualidad funcional, propiciatoria-anecdótica, que se manifestó con mayor evidencia durante la etapa de economía productora, cuando el hombre primitivo, a falta de escritura, empleaba la tradición oral y el arte rupestre como mecanismos para perpetuar su historia.
A la fecha son más de 4 mil los sitios arqueológicos aborígenes localizados en el archipiélago cubano.