Juan Nepomuceno Carlos Pérez Rulfo Vizcaíno, mejor conocido como Juan Rulfo nació en Sayula, Jalisco, el 16 de mayo de 1917. fue un escritor, guionista y fotógrafo mexicano, perteneciente a la generación del 52.
“El llano en llamas” compuesto de 17 relatos y publicado en 1953, y la novela “Pedro Páramo” publicada en 1955, fueron las obras que catapultaron al escritor Juan Rulfo a la lista de celebridades literarias más importantes a nivel internacional.
Juan Rulfo fue uno de los más grandes escritores latinoamericanos del siglo XX. En sus obras se presenta una combinación de realidad y fantasía cuya acción se desarrolla en escenarios rurales y posrevolucionarios de México.
El fatalismo llegó a su vida a la temprana edad de 7 años, cuando su padre fue asesinado debido a la Revolución Cristera, cuatro años más tarde fallece su madre, quedando Rulfo bajo la tutoría de su abuela materna. Posteriormente, sería trasladado a un orfanato de la ciudad de Guadalajara.
En 1933, intentó ingresar a la Universidad de Guadalajara, pero esta pretensión no se concretó, ya que dicha casa de estudios se encontraba en huelga. Ante esta situación, Rulfo decidió mudarse a Ciudad de México. Asistió de oyente al Colegio san Ildefonso. En 1934 empezó a colaborar con escritos en distintos medios impresos, como la revista América, donde se publicaron algunos de sus cuentos.
A partir de 1938 comenzó a trabajar en la Secretaría de Gobernación. Las comisiones que le eran asignadas comprendían viajes a diferentes regiones, permitiéndole construir una visión más amplia sobre las costumbres y las problemáticas del ámbito rural mexicano, tema recurrente en sus obras.
De 1946 a 1952 trabajó como agente viajero para la compañía Goodrich-Euzkadi, al mismo tiempo, se dedicó también a la labor fotográfica, en la que realizó notables composiciones.
De 1954 a 1957 fue colaborador de la Comisión del Papaloapan y editor en el Instituto Nacional Indigenista en la Ciudad de México.
En 1956, el director de cine Emilio "El Indio" Fernández le solicitó guiones para cine, Rulfo en colaboración con Juan José Arreola realizó algunos de ellos. Muchos de sus textos han sido base de producciones cinematográficas.
Participó en varios congresos y encuentros internacionales y obtuvo varios premios, entre los que destacan el Premio Nacional de Literatura, otorgado por el gobierno federal de México en 1970, la membresía en la Academia Mexicana de la Lengua en 1980 y el Premio Príncipe de Asturias de España en 1983.
Desde siempre, Juan Rulfo se mostró como una persona con una timidez excesiva, introvertido y demasiado silencioso, razón por la que muchos lo consideraban una persona hostil.
Esta personalidad, que él mismo definió como “una depresión de la que nunca podría liberarse”, fue lo que lo llevó a sumergirse por años en el alcohol y el tabaco. En algún punto de su vida abandonó el alcohol, pero nunca pudo abandonar su hábito de fumar, lo que le produjo un cáncer de pulmón que finalmente provocaría su muerte el 7 de enero de 1986.
