Curiosamente… La palabra Karma significa acción y consiste en un tipo de fuerza que trasciende.
Este tipo de energía es infinita e invisible y es consecuencia directa de las acciones del ser humano. El karma se rige por doce leyes. Cada una de ellas permite comprender el sentido espiritual de la existencia.
Estas leyes provienen del budismo, en el que no existe un dios controlador, porque se piensa que se rigen con el sentido de la propia naturaleza universal (como la ley de gravedad, nos guste o no existe y recae en cada ser humano) y las personas tienen libre albedrío para aplicarlas o no. Por tanto, hacer el bien o el mal depende de cada uno y de dicha decisión las consecuencias de las que somos, en gran parte, responsables.
Independientemente de si algo es malo para ti, o no lo es, estas leyes afectan tu vida si las rompen.
1.- Ley de causa y efecto: Lo que damos al universo es lo que el universo nos devuelve, si es malo, multiplícalo por diez y así regresa a ti.
2.- Ley de la Creación: Lama Rinchen Gyaltsen afirma que si nos dejamos llevar por lo que va surgiendo en la vida, aquello que ocurra de forma espontánea será karma antiguo, pero nuestras acciones presentes, nos ayudan a mediar con esto.
3.- Ley de la humildad: La biblia la menciona, “quien se exalta, será humillado y quien es humillado será exaltado”, lo importante de esto es no envanecerse aun cuando se piense que se es la o el mejor y no guardar rencor a las personas que nos han humillado.
4.- Ley del crecimiento: Ante las cosas, los lugares y las demás personas, somos nosotros los que deben cambiar y no lo que nos rodea, para evolucionar en nuestra espiritualidad.
5.- Ley de la conexión: Todo lo que hacemos, por insignificante que parezca, está en conexión con el universo. Todo depende de todo. Detrás de cualquier cosa que vemos hay un conjunto de acontecimientos interdependientes que permiten un resultado final. Hoy podemos tomar una decisión que nos puede parecer insignificante pero que en un futuro puede suponer un gran cambio. Nuestra pequeña decisión puede ir suponiendo pequeños cambios que, a la larga, modifiquen completamente nuestra vida.
6.- Ley de la importancia y de la inspiración: El valor de nuestros triunfos y errores depende de la intención y la energía que desplegamos para tal fin. Contribuimos individualmente a una totalidad, por tanto, nuestras acciones no pueden ser mediocres: hay que poner todo nuestro corazón en cada aporte que hagamos.
7.- Ley de la paciencia y de la recompensa: Las recompensas son resultado del esfuerzo previo. A mayor dedicación, mayor esfuerzo y, por tanto, mayor gratificación.
8.- Ley del cambio: Sí, la historia se repetirá hasta que asimilemos las lecciones que debemos aprender. Si una situación negativa se presenta una y otra vez es porque en ella hay algún conocimiento que debemos adquirir. Muchas veces caemos en los mismos errores al escoger una pareja, o entablar una amistad, habrá que revisar, qué se tiene que aprender de esos errores, para no seguirlos cometiendo.
9. Ley del aquí y el ahora: Permanecer aferrados a nuestro pasado, nos imposibilita disfrutar del presente y sobre todo de evolucionar.
10.- Ley del dar: También se encuentra en la biblia “da hasta que te duela” y es verdad entre más das, amor, buen trato, alegría etc, más de eso recibes.
11.- Ley del enfoque: No es posible pensar en dos cosas simultáneamente. Ascendemos peldaño a peldaño, uno a la vez. No podemos perder de vista nuestras metas, porque se apoderarían de nosotros la inseguridad y la ira.
12.- Ley de responsabilidad: Cuando algo negativo nos pasa es porque hay algo negativo en nosotros, somos reflejo de nuestro entorno. Por tanto, debemos afrontar con responsabilidad las acciones en nuestra vida.
