Hoy, en diversas regiones de América Latina, incluyendo México, se celebra de manera no oficial una curiosa tradición: regalar flores amarillas el 21 de septiembre. Esta costumbre, que ha cobrado fuerza en los últimos años, tiene su origen alrededor del año 2004, cuando la telenovela argentina Floricienta popularizó la idea de que estas flores simbolizan el amor y la alegría.
Desde entonces, cada 21 de septiembre, las redes sociales se llenan de imágenes de ramos amarillos, y muchas personas aprovechan la fecha para regalar estas flores a amigos, familiares o parejas. El gesto se ha convertido en un símbolo de buenos deseos, amistad y optimismo, una manera de dar la bienvenida a la primavera y de compartir un poco de calidez y luz.
En resumen, lo que comenzó como una escena de ficción se ha transformado en una costumbre real que cada año gana más seguidores. Así, este 21 de septiembre, las flores amarillas vuelven a ser protagonistas de un día dedicado a celebrar la amistad y la alegría de estar juntos.
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