Curiosamente… Expertos en lo paranormal argumentan que este tema se basa principalmente en experiencias de personas que han sido testigos de hechos en donde familiares o amigos muy cercanos mueren e increíblemente aparecen justo después del tercer día del deceso.
Pero este fascinante asunto tiene un ciclo en donde una persona puede incluso tener el “presentimiento” que va a morir y efectivamente ocurre la muerte. Al producirse el óbito, el fallecido se manifiesta a las setenta y dos horas y sorprendentemente interactúa con sus seres queridos.
Muchas personas alrededor del mundo comparten sus vivencias e indican que, en gran parte de los casos, el difunto no pudo despedirse adecuadamente de sus allegados, o bien ha dejado pendientes que lo angustian y tiene la necesidad de hacerlo saber para poder descansar en paz. También se cuenta que solo quiere decir que va a estar bien y no deben preocuparse más por el.
Por otra parte, la parapsicología expone que los chakras descargan la energía residual del cuerpo en ese tiempo (setenta y dos horas), por ello es posible ver el espíritu del ser querido, es decir, el “fantasma”; porque es producto de esa energía residual.
Sea verdad o no, es importante mantener una buena relación con las personas que nos rodean, disfrutar y valorar su compañía ya sea en los buenos como en los malos momentos. Demostrar lo que sentimos y sobre todo estar conscientes que un día moriremos.
Cuéntanos tu historia, ¿Has vivido alguna experiencia relacionada con el tema? ¿Será casualidad que Jesús haya resucitado justamente al tercer día? ¿Habrá alguna relación entre la resurrección del Cristo y las apariciones de difuntos?
