Toluca/Estado de México
La historia del arbitraje profesional en México está marcada por el paso exitoso y trascendental de Gilberto Alcalá Pineda, tanto en el contexto nacional como internacional.
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Su trayectoria deportiva abarcó 20 años dedicados al arbitraje, con un breve paso por el fútbol amateur antes de saltar rápidamente al profesionalismo. Comenzó en los circuitos de Tercera, Segunda, Liga de Ascenso y, eventualmente, en la Primera División. En los últimos 15 años de su carrera, ostentó el gafete internacional de FIFA.
Además de su éxito en el arbitraje, Gilberto contó con el respaldo de su hermano Rafael Alcalá, quien también destacó en los circuitos de Ascenso y en la Primera División.
“Fueron años de mucho sacrificio, de aprendizaje constante, de actualizarnos y aplicar las reglas. Pero me siento orgulloso de lo que logré en las canchas, con sabores amargos y presiones de todo tipo: jugadores, prensa, directivos. Sin embargo, entendimos que era parte del juego y hacíamos nuestro trabajo”, comentó.
Durante su carrera, Alcalá vivió varias situaciones curiosas, pero una que destacó fue con José Saturnino Cardozo y su esposa Raquel. El silbante recordó lo siguiente:
Estaba dirigiendo un partido del Toluca en la Bombonera y, de repente, tocan la puerta del vestidor con fuerza. Le dije al cuarto oficial: "Por favor, ¿puedes abrir la puerta?" De pronto, sale una señora hermosa y me dice: "¿Puedo hablar con usted?" Le pregunto: "¿Quién es usted?". Ella responde: "Soy la esposa de José Cardozo". Y yo le contesto: "Sí, pase usted".
Una vez que comenzó el diálogo entre la esposa de Cardozo y yo, me dice: "Necesito que, al terminar el juego, me regale sus tarjetas". Le respondí: "Con mucho gusto, pero ¿para qué las quiere usted? ¿Es árbitro?"
Raquel respondió: "No, las quiero para cuando esté peleando con aquel cabrón, le voy a sacar la tarjeta, pero no quiero que le diga que usted me las regaló". Al final del partido, volvió a tocar mi puerta, salí y le entregué las tarjetas.
Tiempo después, Gilberto volvió a dirigir un partido del Toluca, y esa vez Cardozo se le acercó, molesto:
"Hijo de no sé qué… Mi mujer me amonestó cuando estábamos discutiendo. Me sacó la roja y me dijo que tú le regalaste las tarjetas..."
Esa situación divertida sigue siendo recordada por ambos cada vez que se encuentran.
Gilberto Alcalá Pineda se retiró del fútbol profesional en 2006, después de dirigir más de 500 partidos, dos finales de la Liga Mexicana, ocho clásicos y otros encuentros destacados.
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