Aunque la Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió un aumento del 42% en las hospitalizaciones globales por Covid-19 y del 68% en ingresos a terapia intensiva en diciembre de 2023, en el Estado de México la situación es mucho mejor. Según Andrea Nares Ovando, subdirectora de Epidemiología del Instituto de Salud del Estado de México (Isem), experimentamos una disminución del 60% en promedio entre los contagios de Covid-19 e influenza.
A pesar de reconocer la posibilidad de un aumento en las estadísticas en los primeros días de enero debido al regreso a clases y a las actividades diarias, la recomendación es mantener las medidas sanitarias. Esto incluye el uso de cubrebocas, el uso de gel antibacterial y el lavado constante de manos. Además, se aconseja acudir al médico ante el primer síntoma de enfermedad para descartar riesgos.
Según los datos proporcionados, durante esta temporada invernal se esperaba un aumento en las atenciones por enfermedades respiratorias en general. Sin embargo, hubo una disminución significativa en comparación con el invierno de 2022, con 297 casos de influenza y 295 casos de Covid registrados, frente a 190 y 118 respectivamente en el presente invierno.
Se destaca que la vigilancia epidemiológica a nivel nacional y estatal, a través del Sistema de Vigilancia de Enfermedades Respiratorias, reflejó una disminución promedio del 36% en comparación con el año pasado.
Las edades promedio de los pacientes de Covid-19 son mayores de 70 años, mientras que los de influenza se encuentran en el rango de 25 a 54 años, es decir, hombres y mujeres en edad productiva, sin diferencias significativas en los porcentajes entre ambos géneros. Además, se enfatiza que no se han detectado contagios de nuevas variantes de Covid-19, como la JN.1, en el Estado de México.
Se indica que la vigilancia sobre el contagio de enfermedades respiratorias, incluyendo influenza y Covid-19, continúa durante la temporada invernal, que abarca desde la semana epidemiológica 40 de 2023 hasta la semana 20 de 2024, es decir, durante los meses de frío, desde noviembre hasta febrero.
La disminución en las cifras se atribuye al mantenimiento de las medidas sanitarias aprendidas durante la pandemia y al progreso en la vacunación. Se reconoce que la cultura del lavado de manos, el uso de cubrebocas y la precaución de no acudir al trabajo en caso de síntomas de enfermedad han contribuido a la disminución de las enfermedades.
A pesar de estos avances, se destaca un aumento del 20% en los casos de neumonía en niños menores de cinco años, especialmente en aquellos nacidos durante la pandemia que recientemente se integran a las aulas o conviven con otros niños. Aunque se ha registrado una reducción constante, alcanzando el 30% al final de diciembre.
