Toluca/Estado de México
Tras años de enfrentar condiciones adversas, los padres de niños internados en el Hospital del Niño, ahora podrán dormir, comer y tener esperar el egreso de sus hijos, “dignamente”.
Desde hace una semana, el DIFEM, invirtió en la remodelación del albergue, cambiaron el lugar lúgubre y frío, en el que apenas cabían algunos familiares, por un espacio que cuenta con literas, camas, colchonetas, un comedor y baños completos, a los que tienen acceso los familiares a partir de las 13:00 horas, pues las autoridades del DIF mexiquense, comprenden que muchos se quedan a velar y tienen que descansar por la tarde.
Cristel Yunuen Pozas Serrano, procuradura de Protección a Niños, Niñas y Adolescentes en el Estado de México explicó que tras una visita a este espacio que es responsabilidad del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia, la presidenta Fernanda Castillo del Mazo, identificó las condiciones “poco dignas” en que debían enfrentar la espera los papás, quienes tendían casas de campaña o plásticos en la acera, el pasto o la tierra, para estar cerca del centro de salud, en espera de tener que ir a comprar un medicamento o asistir a sus hijos en alguna terapia.
Explicó que fue así como decidieron instalar en la parte exterior, un domo y sillas, que se conectan mediante un pasillo al hospital, para poder correr hacia el cuarto de sus hijos en caso necesario.
De esta forma, dijo, instalaron en este lugar unas pantallas con la información del sistema de atención en el hospital y ahora pueden dormir en el lugar, rentando colchonetas para usar en familia.
Por dentro hay dos apartados, son 66 camas, en la planta baja mujeres y en la parte superior los hombres y en otro cuarto unas literas, dispuestas para familias completas.
Ahí pueden dormir matrimonios e hijos.
En el lugar hay enchufes para los celulares, antes debían pagar a personas en la calle para conectarse. También tienen electricidad y un lugar para lavar su ropa.
Para los familiares es un cambio al 100%, no tienen que pelear por los lugares en la calle y tampoco lidiar con fauna nociva, basura, polvo y ratas. “Es como si nos dieran un respiro, porque afuera hace mucho frío, llueve o hay que estarse cuidando de los asaltos”, dijo uno de los usuarios.