Tenango del Valle/Estado de México
Al menos 50 personas entre familiares y vecinos de la delegación de San Pedro Tlanixco, mantienen tomada la caseta de la vía estatal que conecta con la capital mexiquense como parte de las actividades del segundo día de protestas para exigir la libertad de seis presos políticos indígenas sentenciados a 50 años por el homicidio de Isaac Caso.
Desde las 11:00 de la mañana y hasta que concluya este día, permitirán el paso libre en la caseta, donde piden una cooperación voluntaria, con la finalidad de apoyar su lucha por las seis personas sentenciadas en el 2017.
Los familiares de Dominga González Martínez, Lorenzo Sánchez Berriozábal, Marco Antonio Pérez González, Rómulo Arias Mireles, Pedro Sánchez Berriozábal y Teófilo Pérez González, anunciaron que el miércoles se manifestarán frente a Palacio de Gobierno estatal y el edificio del Tribunal Superior de Justicia del Estado de México, aunque continuarán las protestas hasta que no cuentan con fecha para la audiencia de los prisioneros.
Una de las esposas de los encarcelados indicó que no es una exigencia sin sustento, sino que la ONU notificó al gobierno estatal, además del Poder Judicial que deberían ser liberados los seis indígenas, pues demostraron irregularidades en el proceso.
Además, reclamaron que tras 15 años en la cárcel, hayan recibido una sentencia condenatoria sin justificación, porque no hay pruebas sobre el homicidio del empresario.
“No decimos nosotros o los colectivos que nos acompañan que son inocentes, sino la propia ONU emitió un comunicado para el gobernador mexiquense, Alfredo del Mazo y al presidente del Tribunal de Justicia del Estado de México, Sergio Medina, para que fuera repuesto el proceso, bajo su condición de indígenas”, indicó una de las representantes.
La primera movilización por este caso fue el lunes, cuando impidieron el tránsito por la carretera Toluca - Tenango desde las 12:00 y hasta las 23:00 horas.
En el 2003, empresarios florícolas pertenecientes a Tenango del Valle se adjudicaron la explotación de un manantial de agua de la región indígena, para cubrir las necesidades de la producción de los invernaderos, fue cuando comenzaron los enfrentamientos con los pobladores.
Entonces, se reunió la comunidad, 300 personas interceptaron a los empresarios y los presentaron ante la delegación; en el camino se hicieron dos grupos, con rutas distintas. El primero se llevó a Isaac Caso, quien murió en circunstancias inciertas, localizado al fondo de una barranca a 300 metros de profundidad.
Desde entonces comenzaron las detenciones y entre otros delitos, se encuentra la privación ilegal de la libertad y homicidio.
