Toluca/Estado de México
A pesar del cerco de seguridad que se mantiene en las inmediaciones de la Terminal de Autobuses de Toluca, persiste la venta de comercio ambulante, incluso con la presencia de la policía estatal y municipal, responsables del acordonamiento de la zona.
Los vendedores de ropa, celulares, algunos de comida y de agua, quienes no tienen permisos para operar en la zona de la central de autobuses de la capital mexiquense regresaron a instalarse en las aceras y detrás de las vallas que les impedían el paso desde el viernes.
Algunos de ellos, aseguran que están “toreando” a los verificadores para que no les decomisen la mercancía y que han vendido poco, pero esperan regresar en los próximos días.
El viernes pasado, el ayuntamiento de Toluca desplegó a mil 500 elementos entre policías y verificadores para impedir la instalación de al menos mil ambulantes en esta zona de la capital mexiquense; luego, el cinco de febrero quedó estipulado en el Bando Municipal que la venta irregular en las calles constituye una infracción grave al Bando, que amerita hasta 36 horas de detención.
Sobre la vialidad Isidro Fabela, el despliegue operativo es de hasta 40 patrullas, entre ellas estatales y verificadores en las calles aledañas acompañados por la montada, aún así prevalece la presencia de estos vendedores, que incluso ya llegaron hasta los puentes peatonales, para continuar con su actividad.
La mayoría de los vendedores señalan que llegan muy temprano para poder comenzar con la venta y después se avisan entre ellos sobre la presencia de verificadores para que no les quiten sus productos e incluso quienes dicen que se meten a los negocios vecinos para ocultarse de la autoridad.