Xonacatlán/Estado de México
El 30 de abril será presentado el oso de peluche más grande del mundo, en el campo de fútbol del centro de Xonacatlán, un muñeco elaborado por 48 de los fabricantes de peluches de esta localidad.
Blanca Marlen Carlos Bustamante, una de las coordinadoras del proyecto, dijo que es una iniciativa que les presentaron y que permitirá a los productores de este sector colocarse a nivel mundial, pues el objetivo es romper el Récord Guinness con un oso de 20 metros y tres toneladas de peso.
Explicó que actualmente 10 trabajadoras están dedicadas a la costura del cuerpo del muñeco, quienes fueron seleccionadas por ser las más capacitadas en su área y que están encargadas de la producción, a la que destinan ocho horas en turnos de cinco personas.
Desde hace tres meses comenzaron los preparativos del proyecto, aunque apenas hace un mes que iniciaron con la producción, por lo que esperan tenerlo detallado y presentable para finales del mes de abril.
Para adquirir el material obtuvieron patrocinio de algunas empresas, aunque la mayor parte del costo, que asciende a los 250 mil pesos, lo asumieron los empresarios del peluche; además, también debieron buscar ayuda para pagar los 350 mil pesos que costó el registro en Récord Guinness y la certificación de las empresas.
Para el relleno del oso son necesarias 700 bolsas de fibra de velcro, 600 metros de tela MT color miel y la playera es Velboa estampada.
Graciela Juárez, otra de las responsables de esta idea, dijo que son más de 400 productores de muñecos, quienes emplean a la mayoría de las mujeres y hombres de la localidad, por lo tanto, la fabricación del oso más grande del mundo permitirá reactivar la economía del municipio y posicionarlo a nivel mundial.
Los involucrados están divididos en equipos, unos están dedicados a la cabeza, otros a las patas, los cachetes y asegurar la materia prima, y unos más a la publicidad.
A la elaboración de la playera destinaron una semana y para la panza ocho días, por lo que esperan tener lista la mayor parte el sábado y comenzar con el armado. Los ojos los mandaron a hacer con un proveedor que les elabora las piñatas, igual que la nariz, que son de plástico forrado con tela y todavía no tiene nombre, pues esperan decirlo entre todos los involucrados para que represente la ilusión de quienes participan en su producción.