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La Secretaría de Salud y el Instituto del Estado de México anunciaron que la plataforma electrónica para suscripción de voluntad anticipada dejó su versión de prueba; ahora ofrecen a los interesados una versión con mejor acceso y registro de las actas.
Durante la clausura del primer Diplomado de Voluntades Anticipadas, informaron que actualmente hay 197 usuarios; en el mes de febrero únicamente se sumaron 49, al término de agosto llegarán a 600 porque los alumnos que asistieron al curso se sumarán al registro.
En tanto hay un total de 492 actas de voluntades anticipadas suscritas entre enero y junio del presente año en esa modalidad. “Teníamos de 30 a 40 por mes y actualmente elevamos a casi 60 mensualmente, se ha logrado llegar a un importante sector de la población pero nos hace falta más”, dijo José Naime Libién
Recordó que el 3 de mayo del 2013 se publicó en la Gaceta de Gobierno la Ley de Voluntades Anticipadas, pasando a formar parte de un selecto grupo de entidades federativas donde se hizo legal este procedimiento, dejando pendiente la generación de mecanismos para la aplicación de la norma, es así que fue creada la Coordinación dependiente de la Secretaría de Salud, cuyo objetivo es garantizar el cumplimiento de la determinación de los pacientes, en su caso la donación de órganos mediante el registro de actas que lo respalden.
“La sociedad tiene la obligación de generar las condiciones necesarias para que llegue a sus mejores términos, para una persona que formó parte de una familia. La voluntad anticipada es multidisciplinaria”.
José Rogel Romero, director del Hospital “Adolfo López Mateos”, enfatizó la importancia de la impartición de este tipo de conocimientos, que son en beneficio de pacientes, médicos y personal de la salud. Aseguró que esta ley es un a norma jurídica que establece el derecho de todo individuo a una vida digna hasta el último momento, la especialización que concluyó abordó el contenido, alcances, responsabilidades y derechos de los involucrados en su ejecución, como son los pacientes, la familia, y el personal de salud.
“Es un derecho que debe armonizarse con la autonomía, la autodeterminación y la libertad de cada ser humano, el derecho de la vida es llevarla con dignidad, haciendo patente la decisión de las personas ante una enfermedad terminal sin que se prolongue innecesariamente y de manera dolorosa su tiempo de vida”.