Toluca/Estado de México
El Estado de México será pionero en el país en brindar formalidad al trabajo que desarrollan los cuidadores de adultos mayores y personas con discapacidad en sus hogares. A partir de 2020, el Instituto de Capacitación y Adiestramiento para el Trabajo (ICATI) iniciará con la certificación de personas dedicadas a esta actividad, que no son enfermeras o geriatras.
Jaime Rebollo Hernández, director General del ICATI explicó que actualmente la Secretaría del Trabajo no cuenta con un registro exacto de mexiquenses -hombres y mujeres- que se dedican a esta actividad; sin embargo, la estadística del INEGI, señala que la entidad se coloca en el segundo sitio después de la Ciudad de México con 8.3% del total de personas dedicadas a estas funciones, la mayoría mujeres, quienes lo hacen dentro de sus hogares, que son dependientes económicos y no reciben paga por cuidar al abuelito o un hijo con discapacidad.
“Una enfermera o un geriatra cuesta entre 700 y mil pesos por día, pero nosotros vamos a capacitar personas que van a cuidar gente no necesariamente enferma, sino que están solas, abandonadas. Serán cuidadores que sepan cómo moverlos, llevarlos a pasear o llevarlos al baño, sin molestarlos o maltratarlos”, puntualizó.
En entrevista para Digitalmex detalló que el proyecto llevará por nombre Atención Sociosanitaria a la Persona Adulta en Condición de Dependencia, una línea de capacitación especializada que debido a la normatividad bajo la que se rige el Instituto no puede llegar al nivel de acreditación de asistentes geriátricos o enfermeros, pero sí certifica a personas que tienen a su cargo ancianos o discapacitados, compañeros de día y de noche, con quienes una familia pueda encargar a su abuelo, su hijo o hermano dependiente con la certeza de que no serán maltratados.
El director agregó que de acuerdo a cifras del INEGI, sólo en Toluca hasta finales del 2019, había 80 mil personas adultas mayores, aunque en los próximos 40 años el bono juvenil se transformará en adultos mayores en todo el estado. Por ello, reiteró la necesidad de crear un oficio especializado en el cuidado de ancianos, como ocurre en Europa, donde ya existe una modalidad similar.
“Lo que queremos es que la gente tenga un oficio que pueda ser remunerativo, si bien no el salario de una enfermera o especialista, sí uno fijo, estable, digno, sustentado por la constancia del ICATI y una certificación de la SEP federal”, aclaró.
*El programa para cuidadores *
El curso de capacitación, puntualizó el director, está fundamentado en normas federales existentes, que son el Cuidado Básico de persona Adulta Mayor en Domicilio y la de Atención a Personas Adultas Mayores en establecimientos de Asistencia Social Permanente o Temporales, aunque cabe destacar que no está diseñado para gente con preparación médica o de enfermería.
Para concretar el programa educativo, el ICATI se coordinó con la dirección general del DIFEM, con la coordinación de Adulto Mayor y de Discapacidad para ver cuáles son las necesidades, pues no se trata de certificar geriatras o enfermeras, sino personas que cuidan y acompañan, “que son sensibles a las necesidades de las personas y que además podrán solicitar ayuda médica cuando sea necesario”, precisó Rebollo Hernández.
Añadió que las personas actualmente dedicadas a esta labor no tienen ninguna capacitación, certificación, incluso orientación y a veces el problema es que maltratan a los adultos mayores, muchas veces por desconocimiento.
“Les vamos a impartir especialidades sobre cómo atender al adulto mayor, no desesperarse, cómo platicar con ellos, ser cálidos y sus acompañantes. Porque es el problema de la familia, todos en casa hemos tenido un caso del abuelito enfermo en donde se turnan los integrantes de la familia porque no sabemos o no tenemos la paciencia para atenderlo, pero hay quienes sí quieren hacerlo, pero ameritan un pago por ello”,apuntó.
En el país no hay un curso similar, subrayó el director y, el proyecto prevé iniciar entre marzo y abril, impartido en los 46 Escuelas de Artes y Oficios del ICATI, mediante la convocatoria que podrían publicar a principios del 2020. Aunque el programa piloto considera 10 alumnos, que posteriormente serán los instructores.