Tenango del Valle
En San Francisco Putla, municipio de Tenango del Valle, hay un aproximado de mil productores de cempasúchil. La mayoría de ellos comenzaron a sembrar desde el mes de agosto o septiembre de este año para cosechar a tiempo para el Día de Muertos. Se trata de un ícono de esta celebración que para la mayor parte de los mexicanos es la época que sirve para materializar el amor que tenemos a nuestros muertos.
No es un cultivo sencillo pues dos años atrás perdieron la mayor parte de la planta, si bien es una de las más esperadas para colocar en las ofrendas, cuando es muy naranja o amarilla, si está manchada o débil del tallo, el intermediario ya no la quiere.
“Tuvimos dos malas rachas, por ejemplo el año antepasado y el pasado perdimos casi todo por las heladas. Es muy difícil porque el viento que sopla en estos días, que es frío, nos avisa que habrá hielo y eso se lleva las cosechas”, dijo Efraín Romero Perdomo, uno de los cortadores en este poblado.
Platicó que junto con la nube, rosa, alhelí, margaritas y otras especies coloridas, la de noviembre comienza a ser la mejor temporada, pues llevan su producción a los mercados de Tenango, Tenancingo, la Central de Abasto en Toluca, a veces se van a ciudades como Querétaro, Guadalajara, aunque no es tan conveniente porque apenas ganan la mitad o menos del precio a la venta.
“A los panteones de la capital (Toluca) no vamos, porque ya están asignados los lugares, no nos dejan vender y además se enojan por el costo que nosotros ponemos, porque por ejemplo vendemos en 20 o 25 pesos un ramo, con más de 15 flores”.
Acompañado por toda su familia, este productor dice que en la comunidad es común que todos se dediquen a lo mismo, a la siembra de flor, que finalmente servirá para llevar a los hogares y entregarlas a los muertos, que sean ellos quienes disfruten.
“Nosotros de un campo sacamos entre 800 y mil gruesas, cosechamos dos veces el campo, pero es el inicio de la temporada que llegará hasta el mes de febrero y luego en mayo para el día de las madres”, indicó.
Los campos se observan plagados de tonalidades de naranja, que resaltan a los amarillos y blancos o de colores, pero al llegar a Tenango del Valle parece todo estar pintado, como a la espera de que llegue la gente a comprarles flor.
