Metepec/Estado de México
Las escalinatas del Calvario en Metepec se pintaron de colores y muerte, con tonos naranja y morado en el que destacan cruces con los nombres de mujeres víctimas de feminicidio, tlanchanas, árboles de la vida, semillas y tapetes coloridos que un grupo de activistas instaló con la premisa de visibilizar la “otra pandemia”, que parece incontenible en la entidad y el país, como es la ola de violencia contra las mujeres, además de resaltar la belleza del Pueblo Mágico.
Daniela Vázquez Mondragón, una de las artistas, detalló que en la parte superior pintaron a mano una calaca, con base de cartón, a la que le sobresale un árbol que refleja la dualidad entre la vida y la muerte, con alebrijes colgados, que parecen unos aretes. Le siguen unas Tlanchanas, por ser emblemática, una mujer que las inspiró para este proyecto, hay otras figuras más pequeñas de esta extraña sirena, intervenidas por jóvenes artistas locales, Enseguida hay un tapete pintado a mano por Ariadna Arriaga, que tardó dos semanas en concluirlo, que tiene la silueta de una Tlanchana y un árbol de la vida.
Cuenta con un tapete de flores, además de las cruces de las mujeres para recordar el movimiento feminista, además de agradecer al cuerpo médico y el personal sanitario que salvó cientos de vidas y arriesgó la suya para atender a los pacientes de Covid.
“Hacemos un homenaje a la gente que falleció este año. Es un trabajo artesanal, todo está hecho a mano, está pintado por nosotros”.
Por su parte, la artista explicó que a este tapete le agregaron otros elementos, como la fruta, las velas, mariposas. “Quisimos respetar los elementos como la flor de cempasúchil y de otros tipos que son típicos para honrar a nuestros muertos, además de sal, velas y mariposas monarca”.
“He hecho trabajos para Metepec, siempre es en barro, pero ahora buscamos mostrar una propuesta más certera, con elementos feministas por ser una lucha que debemos enarbolar hasta que logremos generar un cambio”.
La ofrenda forma parte de la decoración monumental que cada año se instala al pie de la iglesia más emblemática de esta localidad, construida en el cerro de los Magueyes. Entre sus elementos también tiene semillas pintadas, flores en terciopelo.
“Es un proyecto hecho por mujeres, en el que participó mucha gente con la finalidad de lograr algo distinto, Es muy importante decir que somos jóvenes y que hay un cúmulo de Tlanchanas intervenidas por diversos artistas, que le dieron vida, además de identidad a cada voz que quiere emitir un mensaje”.
La ofrenda combina la denuncia sobre la violencia feminicida, pero también quiere resaltar las tradiciones, los íconos y las aportaciones de los jóvenes que tienen “mucho por decir”, mediante expresiones artísticas.