Toluca/Estado de México
Fernanda Alcántara de Jesús, de 48 años de edad, trabaja en el servicio de limpia municipal de Toluca, cuya labor consiste en mantener las calles libres de basura, pero el trato que recibe en ocasiones es denigrante, por lo que, desde abajo impulsa el respeto para la mujer en cualquier ámbito en el que se desempeñe.
En entrevista contó que, con ocho años de antigüedad en el empleo, ha sido víctima de diversas agresiones verbales por parte de personas que la hacen menos por trabajar de manera directa con la basura, pero ello no ha sido causante para que su labor le de pena, al contrario, asegura estar orgullosa de ser una de las personas que mantiene la ciudad limpia.
"A veces nos quieren ver o hacer menos porque nos ven sucias y que manejamos la basura, pero cualquier trabajo es honrado, todos merecemos respeto", comentó al tiempo que contó que, la mayoría de estas agresiones las recibe por parte de automovilistas que a gritos e incluso groserías le piden se quite de su paso cuando se encuentra barriendo alguna calle.
"La queja es cuando estamos en las calles y no pueden pasar rápido como ellos quisieran, pero no se quejan cuando ven la ciudad limpia. Deben entender que ese es mi trabajo y lo hago con gusto, pero el respeto siempre debe estar presente", añadió.
Pese a lo anterior, sin pena y orgullosa de su labor, todos los días recorre por ocho horas las calles del centro de la ciudad acompañada de su carrito recolector, además de herramientas como escoba y recogedor; pues su trabajo representa independencia y mejor calidad de vida para su hija Martha de 15 años de edad.
Como madre soltera, explicó que enseña a su hija a que ser mujer no la limita a salir adelante sola y que el compromiso de las mujeres es exigir mejores condiciones que permitan su inclusión y participación para tener una estabilidad que les dé la posibilidad de ser felices, independientes y sacar adelante sus hogares.
"Es un poco complicado sacarla adelante, debo estar en mi trabajo y al pendiente de la casa, desempeñar el papel de madre y padre a veces es un poco complicado, pero todo se puede en esta vida", aseguró.
Reconoció que el trabajo es tan necesario como el respeto, por lo que pidió que se valore más su labor, aunque -dijo- hay personas que se quejan o agreden al personal, también hay quienes las reconocen con agua o un detalle de solidaridad.
En su ámbito, indicó, hay más mujeres que hombres, quienes como ella, trabajan todos los días y salen a las calles aún con el miedo de no volver a casa, ya sea por un accidente o por una persona que tenga la intención de hacerles daño, pues "trabajar en la calle siempre es un riesgo".
