Villa Victoria/Estado de México
Con la temporada de lluvias, llegaron los hongos en la zona norte de la entidad, en Villa Victoria las familias se colocan al pie de la carretera para ofrecer más de 15 variedades de hongos, que, por sus tamaños y colores, han sido bautizados con nombres como elegante, mantequilla o durazno, y que son el sustento económico de los habitantes, quienes además los consumen como parte de su dieta diaria, para sustituir la carne.
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En la entidad hay cerca de 250 especies de hongos, que significan una cuarta parte de los que existen en el mundo, pero algunos están en peligro de extinción por el crecimiento de la mancha urbana y el cambio de tipo de suelo.
Sin embargo, para las personas en Villa Victoria solo hace falta una vara y un buen zarape que los cubra del frío para localizar la mayor parte de estas pequeñas especies del reino fungi, estas les dan la oportunidad de llevar algo de sustento para la comida en su casa.
La entidad mexiquense es una de las regiones de México donde más se consumen los hongos, es una base para la alimentación de la población, además, nutrientes como proteínas, carbohidratos, fibra y metabolitos, agentes inhibidores de bacterias y antivirales se encuentran presentes en diversas especies de hongos comestibles.
Al pie de la carretera El Oro-Villa Victoria, en dirección a la región norte del Estado de México, las mujeres inculcan en sus hijos, desde los cinco años, sobre los tipos de hongos, sobre todo a distinguir los buenos de los malos, pues hay algunos que son tóxicos.
Por 20 pesos, un automovilista puede llevar una variedad de tecomates, clavos, duraznos, patilla de pájaro, orejas, catarinas, ocotzoleros y pollitas.
Para la recolección, salen de casa a las 05:00 de la mañana, sus herramientas de trabajo son las manos; las mujeres a cargo señalan que es una actividad con al menos una década de tradición, en la que iniciaron unos cuantos, pero “ahora ya hay mucha gente vendiendo, hasta quienes ofrecen de los hongos malos, los que enferman (alucinógenos)”, dijo.
Su consumo es muy fácil, son guisados en los que usarían carne de res, de pollo o cerdo, se trata de limpiarlos y ponerles la sazón de quién los prepara.
Algunas de las especies de hongos que se consumen en esta región de oyameles y pinos podrían tener propiedades para prevenir, e incluso curar, el cáncer, además de beneficiar a pacientes con colesterol alto y diabetes, informó la directora del Centro de Investigación en Recursos Bióticos de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMéx), Cristina Burrola Aguilar.
Entre las propiedades encontradas para uso medicinal, está la posibilidad de que algunos componentes fortalezcan el sistema inmunológico, lo primero que abate un padecimiento como el cáncer y es por ello por lo que llevan a cabo una investigación relacionada a los hongos comestibles y sus propiedades.
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