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La Comisión Nacional del Agua (Conagua), por petición de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), llevó a cabo una inspección a la zona de obras del tren interurbano entre las ciudades de México y Toluca, en particular a la zona conocida como Valle del Pantano y las cercanías del poblado de Acazulco, en el Estado de México, con la finalidad de cerciorarse de las posibles afectaciones a los manantiales aledaños, entre los apoyos 86 y 89 (Km 28+160 al Km 34+700).

Tras el análisis de los especialistas de la Conagua en el sitio, se comprobó que el manto freático de los manantiales de Acazulco se ubica a profundidades mayores a 20 metros, mientras que las obras de cimentación de los apoyos referidos, no se profundizan más allá de 15 metros, por lo que se afirma que no tienen efectos sobre el acuífero de la zona.

Por otro lado, no se identificó infraestructura hidráulica de captación de agua que permita concluir que existían aprovechamientos previos a la construcción del Tren Interurbano. Adicionalmente, en los registros de la Conagua (Registro Público de Derechos de Agua) no existen datos de manantiales en la zona conocida como Valle del Pantano y las cercanías del poblado de Acazulco, sin embargo sí existen registrados, tanto por la Conagua como por la Sociedad Geológica Mexicana, manantiales cercanos, pero fuera de la zona mencionada.

Por tal motivo, la disminución en la cantidad de agua del manantial se puede explicar debido a las bajas precipitaciones que se han registrado en los últimos meses y a la temporada de estiaje que actualmente se desarrolla, lo cual puede incidir en la reducción del flujo subsuperficial de manantiales intermitentes que no son producto del afloramiento del flujo subterráneo, sino de corrientes poco profundas.