Ocoyoacac
Los comuneros de San Jerónimo Acazulco, municipio de Ocoyoacac, no se oponen a la construcción del tren Interurbano México-Toluca; sin embargo, defienden apenas 80 metros de río embovedado que les afecta, pues el recurso llega con menos fuerza y volumen a las 20 mil personas de la región.
Al menos eso fue lo que platicó Pascual Narváez, el representante de los Bienes Comunales de esa localidad.
Este cuerpo de agua atraviesa desde Salazar en Lerma hasta la parte alta de Ocoyoacac y deriva en el río Lerma, por lo que están a la espera del inicio de las mesas de diálogo con las autoridades de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) para definir cómo van a recuperar el cuerpo de agua que abastece a cerca de 20 mil comuneros de la región.
Pascual Narváez, presidente de los Bienes Comunales, rechazó que hayan cambiado de representación legal en los últimos meses, pues desde el inicio de las negociaciones Santiago Pérez ha llevado el caso; el problema está en la forma en que la constructora se recorrió hacia el sur en el kilómetro 41 de San Jerónimo, además del embovedamiento del cuerpo de agua que implicó la disminución de volumen y fuerza con que llega el recurso a las comunidades ubicadas en una zona alta del monte.
“Nosotros no nos oponemos al desarrollo ni a la construcción, es falso que busquemos más dinero. Tenemos ya los estudios de los topógrafos y de los ingenieros contratados por nosotros, pero también de los que tiene la SCT que demuestran los daños”.
Durante un recorrido por este paraje, fue posible observar las afectaciones, el cuerpo de agua quedó dividido, como cortado por la mitad y con ello, disminuyó la entrega del recurso a quienes la emplean a diario para comer, lavar, alimentar ganado y sembrar.
Aunque afirmó que en días pasados, tras demostrar a ingenieros de la SCT y la Comisión Federal de Electricidad (CFE), además de los gobiernos estatal y federal, que rebasaron varios metros en dirección a la Ciudad de México, sobre la carretera México-Toluca, esperan que el Ingeniero Anaya los cite para escuchar los planteamientos.
“Lo que ellos quieren es encontrar opciones para que sigan avanzando, pero nosotros no tenemos problema con el tren, no queremos más dinero, lo que buscamos es que logremos soluciones conjuntas en la defensa de los manto acuíferos, que además están perjudicando la obra porque hay columnas a las que se filtró parte del agua del río embovedado, eso genera tierra fangosa y con ello la inestabilidad del suelo”, precisó.
Este ramal afectado también está sucio por el escombro que fue retirado de la construcción del tren, puesto que el cemento, la piedra, además de la varilla que no emplean son acumulados en la orilla de este cuerpo de agua.
“Queremos que nos dejen el lugar tal cual como estaba, una restauración, pues aquí se forman incluso cascadas, que son aprovechadas como un paraje turístico, por eso estamos esperando a las mesas con la autoridad, a donde incluso podría asistir gente de San Juan Coapanoaya, quienes tienen otro amparo para detener la obra en un paraje aledaño al de San Jerónimo”, precisó.
Los inconformes se dijeron en la “mejor disposición” para buscar una salida a este conflicto, pues incluso no tienen establecido ningún campamento, sólo cuentan con un amparo emitido por el Juez Segundo de Distrito en Materia de Amparo con sede en Toluca, por lo que no puede avanzar la edificación de la infraestructura en ese punto.
Sobre otros acuerdos incumplidos, mencionaron una pista de motocross, además de una carretera que desemboque en la México-Toluca y un puente, pues las comunidades de esta población quedaron divididas con el cruce del tren, además de no poder comunicarse entre sí, como antes entre El Portezuelo y La Conchita, hasta el momento no fueron edificados.
“El carril de desaceleración que pedimos es para tener forma de salir del pueblo hacia la vía federal, fue un acuerdo al que ellos (la SCT) se comprometió, pero ya hasta concluyeron la autopista de cuota que conecta hacia Toluca, además del tren pero nadie resolvió nada al respecto”, especificó.
