Toluca
Adolfo López Mateos fue determinante para que el Instituto Científico y Literario Autónomo (ICLA) se convirtiera en la Universidad Autónoma del Estado de México, afirmó Gabriel Castillo Muciño, al impartir la plática “Los López Mateos: una pareja con visión”.
En el Museo de Historia Universitaria “José María Morelos y Pavón”, aseveró que durante el sexenio del ex presidente de la República originario de Atizapán de Zaragoza, la institución mexiquense tuvo un crecimiento sobresaliente.
Castillo Muciño, quien trabajó desde los 15 años con la pareja presidencial, Adolfo López Mateos y su esposa Eva Sámano, aseguró que el ex presidente tuvo una visión política certera, logró que México se posicionara en el mapa mundial y consiguió hacer resurgir su economía.
Refirió que en 1926, el ex presidente de México se inscribió como bachiller en el Instituto Científico y Literario, donde destacó como deportista y fue el orador que representó a los estudiantes durante el centenario de la institución.
En 1933, detalló, se convirtió en docente del Instituto, en el área de literatura, y en 1944, fue electo director. En tanto, uno de sus principales objetivos al desempeñarse como servidor público en el ámbito federal fue impulsar la transformación del ICLA en Universidad, lo que ocurrió cuando era titular de la Secretaría del Trabajo del gobierno federal.
Relató que Adolfo López Mateos cerró su campaña electoral hacia la presidencia del país en Toluca, en junio de 1958, en el antiguo campo de aviación, cuyos terrenos donó a la UAEM y en la actualidad albergan la Prepa 1 y las facultades de Lenguas, Antropología, Odontología y Planeación Urbana y Regional, así como la unidad deportiva que lleva su nombre.
En 1963, recordó, inauguró la Prepa 1 y en 1964, Ciudad Universitaria, que contaba únicamente con las facultades de Derecho, Ingeniería y Contaduría. También este último año inauguró la Facultad de Medicina y el Estadio Universitario “Alberto ‘Chivo’ Córdova”.
Gabriel Castillo Muciño puntualizó que durante esa visita se reunió con compañeros de generación y maestros institutenses en el Patio del Cincuentenario del Edificio de Rectoría, donde a unos días de dejar la presidencia de México, se despidió de la Universidad Autónoma del Estado de México.