Toluca
Al menos siete de cada 10 personas privadas de su libertad en los centros penitenciarios deciden concluir la educación básica, informó el delegado del Instituto Nacional para la Educación de los Adultos (INEA) en el Valle de Toluca, Ernesto Rivas Rivas.
Detalló que como parte de los programas que llevan a cabo en el Estado de México se encuentran las asesorías para personas que cumplen una sentencia o son procesados por haber cometido algún delito, además de los hospitales.
En las cárceles el esquema cambia pues a diferencia de los periodos de tiempo establecidos con la sociedad civil en general, en los centros de reclusión brindan más tiempo para egresar de la escuela, para que sean útiles mientras los años de sentencia.
“Lo que queremos es mantenerlos ocupados y entretenerlos, además que aprendan bien lo que no estudiaron y hemos encontrado una respuesta fantástica”.
Dijo que para ello formaron personal, presos que pueden reproducir el modelo educativo y también, si es necesario, envían personal, junto con directivos de los penales, con la finalidad de hacer una evaluación sobre la respuesta de los presos.
“Cómo les explico que ahí prolongamos más los cursos; creo que entregamos en promedio hasta 5 mil certificados por año”, mencionó.
Informó que en la entidad hay más de 466 mil personas analfabetas, es decir, quienes no saben leer ni escribir, además de 4 millones de mexiquenses en rezago educativo que son aquellos con educación primaria o secundaria trunca, por lo que esta dependencia trabaja en diversos esquemas con la finalidad de que los ciudadanos en esta condición salgan adelante.
Recordó que el INEA no sólo atiende adultos mayores sino también a los niños del programa regular de entre 10 y 14 años que dejaron la escuela por alguna razón, además de adolescentes de 15 años en adelante mediante el Modelo Educativo para la Vida y el Trabajo (Mevit) quienes no concluyeron el nivel básico.
Afirmó que es el primer lugar en el abatimiento del rezago educativo en cinco años, con un total de 650 mil personas que obtuvieron sus certificados de secundaria y primaria, es decir, salgan del rezago educativo, la meta es que 201 mil ciudadanos lo hagan sólo en el 2018.
Explicó que gracias a la vinculación con sectores, por ejemplo, empresarial con quienes llegan a convenios para enviar capacitadores y que ofrezcan instrucción en áreas laborales, pues de otra forma las personas analfabetas son víctimas de delitos como por ejemplo el despojo, pues son embaucados.
