Toluca/Estado de México
Cada 12 de diciembre, las calles del Valle de Toluca se llenan de fe y color gracias a los operadores del transporte público que celebran a la Virgen de Guadalupe.
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En una tradición de más de 20 años, líneas como Triángulo Rojo, que conecta el centro de Toluca con Santiago Tlacotepec, convierten sus unidades en altares rodantes para agradecer y rendir homenaje a la patrona de México.
Desde muy temprano, los camiones llegaron a la iglesia del Ranchito, adornados con flores, imágenes de la Virgen y hasta luces de colores. Los operadores, acompañados por sus familias, participaron en una misa de agradecimiento.
Víctor Manuel Gómez, uno de los conductores, explicó con entusiasmo que esta forma de festejo es infaltable y da cuenta de su devoción por la Virgen.
"Venimos a misa, terminando hacen la bendición de cada unidad, y después hacemos el recorrido hasta Santiago Tlacotepec. Es tradición ir aventando dulces o lo que cada operador decida."
La caravana, encabezada por una banda que entonó Las Mañanitas y La Guadalupana, avanzó entre las calles mientras repartían pelotas y dulces a los vecinos; las familias que observaban no solo agradecían los obsequios, sino que también admiraban el fervor de los transportistas.
Miguel Manjarrés Díaz, otro operador, recordó que esta tradición se ha llevado por generaciones.
"Esta tradición tiene como 20 años. Yo crecí viéndola y participando. Representa mucha devoción porque sentimos que la Virgen nos cuida día con día."
Más que una simple festividad, este homenaje es un acto de unión entre los choferes, sus familias y la comunidad, reflejando cómo la fe y las costumbres populares encuentran su camino, incluso a bordo de un autobús.
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