Toluca
Hace 25 años, Juan Manuel Cárdenas jugaba con sus amigos en el Parque Urbano Matlatzincas, conocido como El Calvario, pasaban horas pateando la pelota y trepando a los árboles; ahora lleva a sus hijos Andrea y Martín, de cinco y cuatro años de edad, respectivamente, a quienes narra sus travesuras y anécdotas dentro de ese espacio, considerado uno de los principales pulmones de Toluca y que le dejó recuerdos maravillosos de su infancia.
Dentro del parque se ubican la Capilla del Calvario y el Museo de Ciencias Naturales, que aborda temas sobre cosmografía, geología, geografía y biología. Uno de sus principales atractivos es la vista panorámica que se aprecia desde la parte alta de este parque. También se encuentra la estatua dedicada al poeta, guerrero y filósofo Nezahualcóyotl, donde se respira la paz y tranquilidad que transmite la naturaleza.
Compartió Juan Manuel que en pleno centro de la ciudad permanece esa área verde que, pese a los cambios de nombre, es y seguirá siendo El Calvario, y dijo que una vez que se introducen a este espacio el ambiente cambia de forma radical, pues el ruido de la urbe se aleja, se comienza a respirar aire fresco y la vista se alegra.
Juan Manuel y sus hijos aprovecharon que un grupo de personas realizaba un recorrido guiado por promotores del Centro de Educación Ambiental de Toluca (CEA), y aprendieron la historia del parque, qué vegetación lo conforma, cuál debe ser el manejo y mantenimiento de las áreas verdes. Además fueron testigos de cómo el municipio de Toluca promueve el compromiso con el cuidado del medio ambiente y logra que dichos espacios verdes cumplan las funciones que les asigna la moderna visión urbana.
Este espacio permite atesorar nuevas experiencias, como participar en los talleres de ecotecnias y crear conciencia del por qué se utilizan, no sólo por moda o estética, sino para hacer sustentables las ciudades.
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