Ocoyoacac/Estado de México
La Secretaría de Comunicaciones y Transportes federal informó que la tarde del lunes, un grupo de 40 comuneros presuntamente de San Juan Coapanoayan, interrumpieron la construcción de la obra del Tren Interurbano México- Toluca, argumentando que cuentan con un amparo de un juzgado federal que ordena la suspensión de los trabajos; sin embargo, la SCT asegura que no existe un documento legal en ese sentido.
Mediante un comunicado, la SCT indicó que el grupo de personas llegó a las 15:00 horas del lunes al kilómetro 40+100 en la carretera federal que conecta la Ciudad de México con la capital del Estado de México, con bidones llenos con gasolina amagando con quemar la maquinaria de la constructora en esa zona.
“Algunas de las personas que invadieron el derecho de vía portaban garrafas que, dijeron, estaban llenas de gasolina, amenazaron con incendiar la maquinaria y se dijeron representadas por el licenciado Santiago Pérez Alvarado”, precisa la comunicación de la SCT.
Esta mañana, integrantes de los Bienes Comunales de San Juan Coapanoayan ofrezcan una conferencia en relación a este tema.
La SCT reprueba acontecimientos como los de ayer y reitera su disposición a dialogar para aclarar a los comuneros la realidad en el caso del derecho de vía por el que transcurre el trazo del Tren.
Según el documento, a la altura del Monumento al Caminero, estas personas invadieron el derecho de vía, exigieron la detención de los trabajos y argumentaron que tienen una suspensión de plano sobre la obra, amagando con usar fuego hasta que lograron detener las labores.
Ante ello, la Dirección General de Desarrollo Ferroviario y Multimodal (DGDFM) de la SCT aclara, informó que la suspensión a la que se refieren las personas citadas no tiene efecto dentro del derecho de vía adquirido para la construcción del Tren Interurbano México – Toluca.
Los hechos como los de ayer en el paraje Monumento al Caminero causan a la obra daños y pérdidas que rebasan los 10 millones de pesos por cada día y por cada punto de la obra en el que se detienen los trabajos, además de atrasos de hasta dos meses, pues hay que detener la maquinaria y, a menudo, demoler lo construido y volverlo a construir, porque al detener el sistema constructivo es imposible seguir en el punto en que se encontraba al momento de la suspensión.
Además, hay que pagar mano de obra no utilizada y renta de maquinaria no ocupada que, en adición, se detiene y después hay que volver a echarla a andar, lo que en ocasiones significa más pérdida de tiempo.
No existe una resolución judicial de ningún tipo que ordene que se detengan los trabajos de construcción de la obra del Tren Interurbano México – Toluca.
Por tanto, la DGDFM ha presentado las denuncias del caso ante la autoridad correspondiente, a fin de que se deslinden responsabilidades y se castigue a los responsables de estos daños a la nación.