La base de la infraestructura energética de Estados Unidos de Norteamérica ha quedado paralizada por el huracán ‘Harvey’.
Una de las principales ciudades de Norteamérica está inundada y la lluvia no para de caer, el impacto provocado por el huracán Harvey ha sido el más fuerte desde Rita en 2005. Han tenido que cerrar dos de los mayores puertos del continente y el 15 por ciento de la capacidad de refinado de petróleo en Estados Unidos está suspendida.
Una decena de refinerías están fuera de servicio en Houston, Galveston y Corpus Christi, las cuales producen alrededor de 2.2 millones de barriles; por el paso de Harvey se cerró el puerto de Houston, siendo éste el segundo mayor del país, otro cerrado es el de Corpus Christie, es el sexto más importante del país y clave importante para el transporte de energía. Juntos mueven aproximadamente 319 millones de toneladas, lo que equivale al 14 por ciento de todos los puertos estadounidenses.
Esto ha ocasionado el alza de 5 por ciento en la gasolina, pero este porcentaje podría ser aún mayor si los daños que han sufrido las refinerías la obliga a permanecer más tiempo cerradas. El paso del huracán
Harvey está sometiendo a la industria, pudiendo afectar gravemente a las exportaciones.
La cifra de los daños causados por Harvey la calculan como la segunda mayor catástrofe en los Estados Unidos.
DIGITALMEX PERIODISMO CONFIABLE