El juez del Tribunal Supremo, Pablo Llarena, decidió rechazar la extradición del ex presidente de la Generalidad de Cataluña, Carles Puigdemont, solo por el delito de malversación de fondos públicos, pero se opuso al acuerdo de la justicia alemana de rechazar el juicio por delito de rebelión.
Para el juez español, el ex presidente catalán fue el principal responsable de las movilizaciones independentista, a pesar de que el Tribunal Constitucional lo había prohibido, debido a esto cree que no puede ser juzgado a la par que el resto de los dirigentes acusados, por lo que prefirió rechazar su entrega.
En la retirada de la euroorden Llarena destacó la “falta de compromiso” del Tribunal alemán sobre el caso que inculpa a los 25 líderes independentistas del referéndum del primero de octubre en Cataluña, ya que han tomado una “conclusión cerrada” cuando aún no ha terminado el juicio.
Debido a esto, el juez del Tribunal Supremo español anunció que no acudirá al Tribunal de Justicia de la Unión Europea para apelar una cuestión prejudicial, por lo que esta decisión dio por terminada la colaboración europea en el caso de los líderes catalanes.
Esta resolución permitirá a Puigdemont y los otros políticos que se encuentran en el extranjero como Toni Comín, Meritxell Serret, Lluis Puig, Clara Ponsatí y Marta Rovira, puedan viajar a cualquier país con excepción del territorio español donde podrán ser arrestados.
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