Se desató la polémica por la insinuación de que su gobierno podría fracasar y que él se encuentra asilado. Ni al presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, ni a su esposa, Beatriz Gutiérrez Müller, ni a sus seguidores, les gustó la portada del semanario “Proceso”.
Entre lunes y miércoles se desató la discusión y López Obrador criticó que no hay derecho de réplica, a lo que el semanario “le tomó la palabra” y le solicitó una entrevista al presidente electo, para aclarar “cómo serán las relaciones entre los medios de comunicación y el poder público en tiempos de lo que él llama la Cuarta Transformación”.
Ante esa polémica, vale la pena recordar la visión de la Organización de las Naciones Unidas con respecto a la libertad de prensa:
“Es prioritario asegurar la libertad de los medios de comunicación en todo el mundo. Los medios de comunicación independientes, libres y pluralistas son fundamentales para una buena gobernanza en las democracias, tanto incipientes como antiguas. Los medios de comunicación libres pueden asegurar la transparencia, la responsabilidad de las instituciones y el Estado de derecho, promueven la participación en el discurso público y político y contribuyen a la lucha contra la pobreza”.
Al explicar el valor que tienen la libertad de información, la libertad de expresión y la libertad de prensa –que desde 1993 se conmemora cada 3 de mayo, por acuerdo de la Asamblea General del organismo internacional-, el documento de la ONU, que puede consultarse en http://www.un.org/es/events/pressfreedomday/background.shtml señala que el empoderamiento de las personas les permite que tomen “el control de su propia vida” y lo define como un proceso pluridimensional social y político, en el que el sector mediático obtiene su poder de la propia comunidad.
“La libertad de información y la libertad de expresión son los principios fundamentales de un debate abierto e informado. Las nuevas tecnologías continuarán evolucionando y permitirán cada vez más a los ciudadanos que continúen formando a su entorno mediático y que accedan a una pluralidad de fuentes. La combinación del acceso a la información y la participación ciudadana en los medios de comunicación solo puede contribuir a incrementar el sentido de pertenencia y empoderamiento”.
Luego de la polémica que se desató por la portada del semanario de análisis político, del pasado 4 de noviembre, cuando su información principal llevó los siguientes antetítulo y título: “AMLO se aisla” y “El fantasma del fracaso”, es pertinente recordar que los medios de comunicación nunca han sido del gusto del presidente electo, Andrés Manuel López Obrador.
Durante los últimos 18 años, desde que inició su primera campaña en busca de la Presidencia de la República, descalificó a los medios “tradicionales” de información: prensa, radio y televisión, y acusó la existencia de “un cerco mediático” que impedía que sus mensajes llegaran a todos los mexicanos.
Ahora, a partir de su imagen en la portada del semanario y teniendo esos encabezados, el presidente envió –a través de lo que él llama “las benditas redes sociales”- un mensaje de respuesta a la publicación y aunque no la refiere por su nombre, señaló: “una revista sacó una foto, no sólo la de la portada, sino también al interior, donde aparezco así, decrépito, chocheando, y el título de la portada dice que estoy solo y que se avizora el fracaso. Muy sensacionalista, amarillista la revista, pero es normal”.
López Obrador –quien en 24 días asumirá la titularidad del Poder Ejecutivo federal- añadió: “Así es la libertad, así es la democracia, es pluralidad, es libertad de expresión, no es pensamiento único y yo no aspiro a ser un dictador. Yo aspiro a representar una república democrática”.
Incluso reclama que se habla mucho de la libertad de expresión y se niega la posibilidad de la réplica.
“Quisieran estarnos cuestionando y que nos quedáramos callados” –advierte en su mensaje y aclara que no será así: “No va a ser así, tenemos que debatir, de manera respetuosa, pero tiene que haber diálogo circular (sic) y libertades plenas y para todos: para el que critica en los medios y el que es criticado que tenga derecho a la réplica y voy a ejercer siempre ese derecho y que nadie se sienta ofendido, lo voy a hacer siempre de manera respetuosa”, enfatizó el presidente electo.
Ahora, en una reacción inteligente y estratégica, el semanario “Proceso” le solicitó la entrevista al próximo presidente. Jugada magistral, porque si acepta la entrevista Andrés Manuel López Obrador, la publicación habrá acreditado su peso como medio de alta influencia.
Si no se acepta la entrevista, logrará mantenerse como uno de los medios más críticos, a pesar de la cercanía ideológica con el nuevo gobierno.
Adicionalmente, ante la incorporación como consejero jurídico de la próxima Presidencia de la República, de Julio Scherer Ibarra, hijo del fundador de “Proceso”, don Julio Scherer García- al semanario le viene muy bien desmarcarse de ese vínculo político y dejar en claro su papel permanentemente crítico de todo gobierno y autoridad, en el país y el mundo.
Para el propio presidente electo, la reacción del equipo del semanario podría ser una “oportunidad de oro”, porque si realiza la entrevista solicitada, se mostraría como un mandatario verdaderamente demócrata y abierto al diálogo, aún con los medios más críticos, y sentaría un precedente importante por su manera de conducirse, aunque no será un “diálogo” sencillo, por el nivel altamente crítico y bien documentado del equipo del semanario.
PERCEPCIÓN
El gobernador del Estado de México, Alfredo Del Mazo Maza, sostuvo dos encuentros clave para la nueva etapa que iniciará el primero de diciembre: uno con su homóloga de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, y con el próximo secretario de Comunicaciones y Transportes.