Diablo: Hola, Simplicio. ¿Qué te pasó? Casi no te reconozco.
Simplicio: Ay, Malicio, no asustes. Siempre has de andar sorprendiendo y te apareces de repente hasta en invierno.
Diablo: A mí el invierno me hace lo que el aire a Juárez. Pero tú estás morado de frío...y con ese gorro y bufanda apenas te reconocí.
Simplicio: Pues se supone que no debes reconocerme ahora que soy miembro de NA (Neuróticos Anónimos). Vengo de una reunión donde me están explicando la terapia de grupo de Los Doce Pasos.
Diablo: Órale, ¿y desde cuándo es eso? Yo creía que eso de los Doce Pasos era para los Alcohólicos Anónimos. ¿No te habrás equivocado y eres más bien AA?
Simplicio: ¿A ti que te importa? Siempre andas de metiche. Ni en fin de año dejas descansar.
Diablo: Es que me preocupa lo que pasa con tu alma.
Simplicio: Pues si quieres saberlo, te vas a decepcionar, Diablito, porque desde que empezó el nuevo sexenio me he quedado sin chamba, sin alma y no te vas a llevar al infierno sino a un neurótico que padece ansiedad, ira, temor, preocupación, celos, resentimiento y conmiseración.
Diablo: Ah, caray. ¿Y cómo sucedió eso?
Simplicio: Pues por contagio y !por tu culpa! Primero me quisieron bajar el sueldo y como protesté, de plano me corrieron de la chamba. POR CULPA TUYA....
Diablo: Oye, ¿Y Yo Por Qué?
Simplicio: Porque has hecho que constantemente las emociones se salgan de control en todo el país desde que empezó el nuevo sexenio y por ello, se ha deteriorado el comportamiento de los mexicanos. Estamos todos divididos, polarizados como le dicen ahora.
Diablo: Bueno, mi anónimo y neurótico amigo, no puedes echarme la culpa de todo lo malo que pasa en tu país...los políticos mexicanos me han ayudado mucho porque dizque buscando el bien común, hacen más bien un daño general y contagian a todo mundo.
Simplicio: Calumnias tuyas, tú has contagiado el mal por todo el país. El pueblo ha perdido la mansedumbre que le caracterizaba, ahora andan sublevados por todo.
Diablo: Tras el fracaso de la Reforma Agraria, ya ni los campesinos se creen aquello de que los mensos heredarán la tierra, ¿verdad?
Simplicio: !Mansos!, dijo el Señor, no mensos. Todo tergiversas, empezando por las palabras. Eres el padre de las fake news y de las mentiras totales que provocan cada vez más neurosis entre nosotros los mexicanos.
Diablo: Bueno, en honor a la verdad, hay de mexicanos a mexicanos y de neurosis a neurosis.
Simplicio: Mentiras, maldito demonio, hay igualdad entre los mexicanos, si no por otra cosa, al menos porque nos tienes a todos igual de neuróticos.
Diablo: Ni tanto, hay clases. No es lo mismo las neurosis de los desempleados, que las de la clase laboral, ni que las de la clase media.
Simplicio: Te olvidaste la de los ricos...¿No es la neurosis una enfermedad del alma que padecemos todos en estos tiempos de canallas?
Diablo: Los ricos no tienen alma, porque ya me la han vendido antes a cambio de grandes ganancias en el mundo. Ellos no padecen de neurosis, tienen espíritu empresarial y si registran pérdidas, las puede compensar el fisco, ¿recuerdas Fobaproa?
Simplicio: Eres un cínico, que sabe el precio de todo y el valor de nada...¿de qué sirve ganar todo el mundo, si pierdes el alma?
Diablo: Pobre Simplicio clasemediero desempleado, tan cerca de la reaccionaria neurosis narcisista y tan lejos de la terapia colectiva.
Simplicio: Pobre diablo eres tú, que no haces sino perjudicar a las empobrecidas clases medias, y estás tan lejos de Dios y tan cerca de los Estados Unidos.
Diablo: Por cierto, qué bueno que me lo recuerdas, ya me despido porque voy a celebrar el Año Nuevo en Las Vegas, ahí hay muchas almas perdidas que tengo que llevarme a un Viaje Todo Pagado al calorcito infernal, conocido como Entidad Psiquiátrica de Rehabilitación Eterna, jajajajajaja...Ciao, Good-bye.
Simplicio: Maldito demonio chambón, no descansas ni dejas descansar...
(Diciembre 2018)