Atrapados en las redes

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Publicado en Opinión

Atrapados en las redes

Jueves, 07 Febrero 2019 04:27 Escrito por 
Atrapados en las redes La tribu entera

Los actores políticos y económicos construyen sus propias historias o versiones de los hechos, y las transmiten a través de las redes sociales, para evitar los cuestionamientos de los periodistas y no tener que responder sus preguntas, con la idea de “controlar” mejor su mensaje… aunque no siempre ocurre de esa forma o por el contrario: incluso quedan atrapados en las redes. 

Siempre será más cómodo generar un contenido desde la comodidad de una oficina o encargárselo a “alguien del equipo” para “subirlo” a las redes, que encontrarse con una periodista que –siendo profesional- cuestione con respecto a tal o cual decisión, hecho o declaración.

Jaqueline Fowks (@jFowks) , en su libro “Mecanismos de la Posverdad”, explica que “la velocidad de la noticia o del tuit no confirmado significa una nueva amenaza, a veces abrumadora: la rápida difusión de verdades incompletas en los medios sociales. Ante la práctica común que elude verificar o contrastar la información, se requeriría un tiempo más lento, tanto de producción de la noticia como del consumo”.

Desconozco qué tan posible sería eso: recuperar aquel tiempo que se empleaba para reflexionar una información, para contrastarla, para verificar los datos, antes de darla a conocer. Los propios periodistas –al igual que los actores políticos y económicos- han decidido incorporarse a la vorágine de las redes sociales. La batalla por ser el primero que “lleva la nota” está ganando el espacio a lo que antes era la regla: verificar plenamente la información antes de divulgarla.

Y ese entorno también ha provocado que las figuras públicas estén expuestas a ese terreno donde casi nadie tiene el control. Donde todos podemos ser productores y consumidores de contenido, “prosumers” es la denominación que se otorga.

Acaba de sufrirlo –literalmente- la “madre de familia, esposa, escritora, profesora y en perpetuo aprendizaje” (como se define en Twitter), Beatriz Gutiérrez Müller –la NO primera dama del país-, luego del desliz verbal que cometió al hablar del escritor y poeta, Amado Nervo, de quien se conmemora el centenario de su fallecimiento. (Si no tiene claro el hecho, dese una vuelta a internet y busque “Mamado Nervo”).

Invariablemente fue objeto de señalamientos e incluso se convirtió en tendencia en Twitter, luego de que se divulgó la entrevista que concedió a la Universidad Autónoma de Nayarit, con motivo de su participación en el Festival de Letras en Tepic.

Su reacción mostró el enojo, o al menos la incomodidad, ante los señalamientos por su desliz. En la misma red social colocó un mensaje que decía: “Lamentable el uso de un audio, quizá alterado. Lamentable el nivel de discusión de ciertos sujetos. Lamentable la bajeza en la que incurren usuarios varios”.

Pero no es la primera “víctima” de las “benditas redes sociales” –como las ha llamado el presidente, Andrés Manuel López Obrador-, porque habrá que recordar todos los “ataques” o las “bajezas” que han recibido otras personalidades, como el anterior presidente, Enrique Peña Nieto.

Si bien, las redes sociales son espacio natural para expresar lo que en otros medios no es posible, también es claro que nadie escapa a sus señalamientos y menos siendo una figura pública.

Lo lamentable, desde mi perspectiva, son dos elementos: primero, que nadie se haya percatado del error al grabar la entrevista, ni siquiera del equipo de la señora o de la universidad, antes de divulgarlo, y segundo, que en lugar de reconocer su fallo, la señora Gutiérrez haya insinuado que la versión que ha circulado haya sido alterada, porque es evidente que no fue así.

Ni modo, le tocó vivir un hecho que –sin duda- acredita que siempre estamos en permanente aprendizaje, y uno de ellos es aprender a reírnos de nosotros mismos y a reconocer cuando hemos cometido un error.

Y hablando de errores, en la última semana se suman otros a la lista: Un oficio equivocado –de la Secretaría de Cultura del Gobierno de la República- que refirió el 5 de febrero como aniversario de la batalla de Puebla (que ocurrió el 5 de mayo de 1862); la compra directa de 571 pipas para transportar combustible -con una inversión superior a 85 millones de pesos- y que aparentemente no cumplen las especificaciones técnicas que determina la Norma Oficial Mexicana relativa a pesos y dimensiones para la circulación de vehículos de autotransporte, y una declaración patrimonial que no incorpora un penthouse en Houston, Texas.

PERCEPCIÓN

Es muy necesario que en las familias o círculo de amistades, pongamos atención a nuestras y nuestros jóvenes, porque los casos de depresión y suicidio siguen presentes y cada vez son más comunes.

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Ricardo Joya

La tribu entera