El futuro nos alcanzó y las reflexiones de un lúcido abogado con singular imaginación nos pueden ayudar a vislumbrar lo que necesitan los líderes políticos del mundo para salvar a la humanidad de sí misma. Y, concretamente, lo que falta por suceder para tener en México un país con plena capacidad de gobernarse.
Ese abogado visionario se llama Yehezkel Dror, es académico en Israel y fue invitado a México hace 35 años a impartir un curso sobre acción política para aportar ideas sobre la ciencia de la gobernabilidad, porque a final de cuentas éste es el problema que se debe atender: cómo reducir la obsolescencia y la deficiencia gubernamental, mientras que al mismo tiempo se mejora la gobernabilidad.
Dror publicó recientemente su libro: PARA GOBERNANTES, Preparando a los líderes políticos para salvar a la Humanidad de sí misma. Es, como él mismo lo llama, un memorándum urgente para tratar de convencer a los gobernantes de que se conviertan en un nuevo tipo de líder, calificado para servir como un Homo Sapiens Gobernador (que participe en la prometeica misión de salvar a la Humanidad).
Esperemos que pronto sea traducido al español (mientras, puede leerse en inglés: For Rulers: Priming Political Leaders for Saving Humanity from Itself (Westphalia Press, Washington, 2017). Dror entiende por Homo Sapiens Gobernador un hombre que no sólo tiene conciencia y piensa, sino el que reflexiona por sí mismo, esto es, utiliza no sólo el pensamiento consciente sino también los procesos mentales subconscientes, como la intuición, creatividad, inspiración, imaginación y otros.
Yehezkel Dror nació en Viena en 1928 y emigró a Palestina en 1938. Obtuvo el título de Magister Juris por la Universidad Hebrea en 1954 y el de Doctor en Ciencia Jurídica (S.J.D.) en Harvard en 1957. Este último título es el grado más avanzado de la Escuela de Leyes de Harvard y está diseñado para aquellos que desean continuar estudios independientes, investigación y escritura en este campo. Esto es lo que ha hecho en forma brillante el Dr. Dror, especializándose en planeación
Estratégica.
Yehezkel Dror visitó México en 1984, invitado por el Programa Universitario de Cómputo de la UNAM. Dror ya era conocido como investigador de la Corporación Rand, miembro honorario del Club de Roma y del Consejo Consultivo de la Sociedad Mundial del Futuro (World Future Society) y con una gran experiencia en Israel y en Europa de trabajo prácticos y académicos sobre planeación y análisis de políticas de gobernanza.
Fue presidente (1990-1991) de la Asociación de Estudios de Políticas. Es precisamente en estos años que el Fondo de Cultura publica la traducción de su importante libro Enfrentando El Futuro, que presenta una selección de notas del Doctor Dror hecha por el politólogo Samuel Schmidt, quien más tarde publicaría un ensayo de Dror sobre las Capacidades Para Gobernar Un País Como México (en la compilación titulada La Capacidad de Gobernar en México, Ed. Aguilar, 1997, junto con otros ensayos relevantes de Lorenzo Meyer, Macario Schettino, Sergio de la Peña y de Schmidt mismo).
Si usted quiere profundizar sobre lo que está pasando en México, lo invito a leer ese viejo pero muy vigente libro para ¨regresar al futuro¨ que visualizaba el Doctor Dror y que en parte es el que estamos enfrentando actualmente, contando con algunas de las herramientas que él sugirió, pero con deficiencias en su pasada aplicación y con las realidades negativas que no hemos podido superar por resistencias internas y desequilibrios del exterior.
En su ensayo, Yehezkel Dror propone un esquema de acción para un país como México. Entre varias de sus recomendaciones hechas hace más de tres décadas, y que no se han seguido sino parcialmente, encontramos algunas que hoy nos conciernen más que nunca porque son preocupaciones que subsisten en la actualidad mexicana y a las que el nuevo gobierno enfrenta.
En forma resumida, podemos decir que Dror recomendaba desde entonces mejorar la economía, pero haciendo énfasis en la creación de empleos distribuidos equitativamente en el país (cosa que no se ha logrado) y en reducir la migración rural a los centros urbanos, pensando tal vez en el desarrollo de nuevos tipos de áreas mixtas rurales y urbanas (en cierta medida, se ha dado en algunas regiones de México).
Esto, sugería Dror, debe acompañarse con la reducción del crecimiento demográfico (ya se logró en ciertos estratos) y la elevación de los niveles de los servicios de salud y educación (sólo parcialmente alcanzada). Se deben asimismo incluir "campañas" para superar el abandono que sufrieron partes de la sociedad en el pasado (se han intentado programas de asistencia con pocos resultados).
¿Le suena conocido el diagnóstico?
Otras sugerencias fueron:
• Se requiere un rápido incremento de la participación política, combinado con la reconstitución de la sociedad civil en el medio urbano y rural.
• Reestructuración de la economía, de tal manera que vaya a tono con las políticas adoptadas por un país como México, pero agregando una política industrial "blanda" dirigida a asegurar un número creciente de empleos, aun a costa de algunas de las restricciones de la "globalización".
• Asimismo, se deben emprender acciones determinantes para asegurar una distribución más equitativa del ingreso, aplicando medidas como el mejoramiento del sistema impositivo y el incremento de las transferencias fiscales.
• Se requiere un nuevo tipo de élite profesional para gobernar, así como políticos más capacitados.
• Cada uno de estos requisitos a su vez implica múltiples conjuntos de principios, estructuras, grupos de trabajo, cursos de acción e instrumentos que equivalen a una "revolución en el gobierno", sin la cual las posibilidades para una nueva arquitectura societaria adecuada en un país como México, donde se evite el estancamiento y los desastres, son muy escasas.
¿Le suenan conocidas las recetas?
Dror hablaba de descentralizar, conceder amnistía condicional, incluso de la necesidad práctica de legalizar algunas drogas blandas, etc. Enfatiza la importancia de la calidad moral de los políticos. Mi recomendación -decía Dror- para un país como México es aprobar una ley anticorrupción muy estricta para los funcionarios electos que sea aplicada, acompañada de un salario adecuado para los políticos y la contención de los "costos" de la política.
Todo esto, de una u otra manera, es parte de la agenda de gobernanza del presente gobierno (en espera del Plan Nacional de Desarrollo 2019-2024, para ver qué tanto se plasman sus ideas del Nuevo Proyecto Alternativo de Nación, puede verse cómo concebía -de resultar electo- el futuro del país en 2017 López Obrador, en su libro LA SALIDA 2018, sobre todo en su capítulo final: CÓMO VISLUMBRO EL 2024).
Agrega Dror que una agencia independiente deberá supervisar el respeto de la ley, en la cual las acusaciones sean resueltas rápidamente frente a cuerpos judiciales independientes y donde se impongan castigos severos a los políticos de alto nivel que sean declarados culpables de corrupción.
Entiendo -seguía- que ésta no es una cuestión sencilla y recomiendo proceder paulatinamente, empezando con los políticos del gobierno central y luego con los políticos de los gobiernos regionales y locales. Se pueden establecer arreglos transitorios donde se otorgue perdón total por transgresiones pasadas si éstas son admitidas ante un tribunal especial, pero la acción determinante para mejorar la calidad de los políticos, empezando con la corrupción, es esencial para una nueva arquitectura societaria en un país como México.
El nuevo tipo de profesional que requiere el gobierno debe caracterizarse no solamente por su conocimiento sobresaliente y por su experiencia, sino también por su alto sentido de rectitud moral.
Y una advertencia final de Dror:
Una dimensión central de la nueva sociedad incluye la seguridad pública y el orden. A menos que la criminalidad, la violencia política, la corrupción por narcotráfico, etc., se mantengan en un nivel muy bajo, nada va a funcionar.
En ésas estamos en 2019...¿no cree?