“La guerra es la continuación de la política por otros medios…” Clausewitz
“Hay que entender el arte de la guerra como el arte de la estrategia, que consiste en saber conducir el arte de la ventaja…” Fabio Gallego, El Pensamiento Estratégico
“Así ve el Presidente la política, y así se conduce en ella: conforme a los postulados del beisbol”, Sergio González, “La política desde el béisbol, Diario ContraRéplica, febrero 2019”.
Después de estas citas es obvio que el pensamiento estratégico es básico para la política y la guerra, tanto como para el béisbol. Y esto es importante porque puede verse cierta similitud de la estrategia política del Presidente López Obrador en México hoy con el pensamiento estratégico que se practica en el juego del Beisbol.
Es de conocimiento general que desde siempre el beisbol es su juego preferido y que su discurso político está impregnado del vocabulario de este deporte. Como ha notado más de un observador de la escena política se puede entender mejor el cambio de régimen actual si se analiza el juego político desde el ángulo de béisbol, pues nos hallamos ante un jugador distinto en un juego muy diferente, cuyos significados, mensajes y estrategias apenas se empiezan a desentrañar.
Si se lee correctamente el juego, se podrá entender un poco más el filtro con el que López Obrador ve su mandato, pero también como ve a sus aliados y a sus adversarios, sus retos y oportunidades.
Ligo el comentario político con el deportivo, recordando el encuentro verbal sostenido entre AMLO y Meade, en el cual López Obrador aseguraba que tenía un “slider” (lanzamiento lateral que engaña al bateador) con el cual poncharía al priista apartidista y, Meade le reviraba asegurándole que lo iba a abanicar, con una recta de humo (tiro rápido difícil de batear). Ya sabemos quién salió ponchado y quién fue el mejor lanzador, por mucho.
Pero el juego continúa todos los días, lo que significa que siempre, en la próxima competencia, hay oportunidad de revancha. Asimismo, los partidos no tienen límite de tiempo y nunca hay empates (como aprendió el propio AMLO en 2006 ¨haiga sido como haiga sido¨ y en 2012 sólo Dios, Televisa y el PRI saben cómo). A la tercera fue la vencida (y todavía los expertos politólogos no saben cómo fue).
Aunque el beisbol es un juego con mínimo contacto corporal no está exento de fricciones.
Como en la política, hay barridas fuertes, de vez en cuando el lanzador le pasa muy cerca de la cabeza la pelota al bateador, a veces involuntariamente, pero otras con intención (nunca reconocida) de amedrentarlo: a veces hay hasta peleas, incluso campales porque todos se meten, pero normalmente son sólo peleas de insultos. Igual se cuestiona a los árbitros las jugadas, todo son gestos y palabras altisonantes y gritos, pero no tanto porque los castos oídos del público no alcanzan a oírlas a menos que puedan leer los labios en televisión.
Pero en este juego no hay más violencia que la estrictamente necesaria, y eso es ocasional y sólo para frustrar “robos”; es, pues, más de estrategia que de fuerza. Esto parece decir el presidente cuando repite cotidianamente su estrategia de cambiar el régimen combatiendo la corrupción, diseñando y mostrando por todos lados, día con día, sus novedades institucionales, cívicas, administrativas y financieras. Se trata no solo de un estilo de gobernar diferente; estamos en realidad ante el reto del gobernar y lo que hoy se ha dado en llamar gobernanza.
Para captar la idea y significación del término gobernanza nos sirve esta definición general: “fórmula de gobierno que se fundamenta en la interrelación entre los organismos que ostentan la dirección política de un territorio y la sociedad civil, de modo que los elementos sociales pueden ejercer poder, autoridad e influencia sobre las decisiones que afectan a la vida pública”.
En pocas palabras, Gobernanza es el proceso de toma de decisiones y el proceso por el que las decisiones son implementadas, o no. La gobernanza se basa, así, en el papel de los actores (formales e informales) y en las estructuras.
LA GOBERNANZA COMO ESTRATEGIA DE GOBERNABILIDAD Y BUEN GOBIERNO
El buen gobierno responde a las siguientes características principales:
1 Participación (implicar más sistemáticamente a los ciudadanos en la elaboración y aplicación de las políticas
2 Legalidad
3 Apertura: Transparencia y comunicación de las decisiones
4 Responsabilidad (cada agente asume la responsabilidad que le es atribuida)
5 Consenso
6 Equidad
7 Eficacia (tomar las decisiones en la escala y momentos apropiados, y producir los resultados buscados)
8 Eficiencia (hacer bien las cosas)
9 coherencia en la complejidad y diversidad de las políticas
10 Sensibilidad social
La gobernanza puede conducir hacia una gobernabilidad bien llevada o buen gobierno. Es decir, la estrategia de la gobernanza es el mecanismo para llegar a la gobernabilidad, el objetivo final. Así, la gobernabilidad es definida como una cualidad o atributo de un sistema sociopolítico, es decir, que si la gobernanza de un sistema es efectiva, aquel sistema social será gobernable.
Este es el reto del actual sistema político mexicano: el buen gobierno o gobernabilidad, que es un ideal hacia el cual aspirar para que llegue pronto a hacerse realidad. De lo contrario, todos saldremos perdiendo en el juego sexenal.
Consejos para armar el mejor equipo de trabajo en el béisbol... o en el Gobierno
Los equipos deportivos y de trabajo tienen muchas cosas en común, ya que para lograr los mejores resultados ambos dependen de armar el mejor conjunto.
De acuerdo con Paul Lee, médico internista de los Yankees de Nueva York, muchas veces tener un equipo comprometido es mejor que tener un equipo de estrellas.
Estos son algunos consejos de Paul Lee para armar el mejor equipo de trabajo, que creemos puede aplicarse a la política actual:
• Estrellas/líder
Lo que queremos es un jugador que sea una estrella para el equipo, no para él mismo. Muchas veces el más experimentado no es el que tiene las mejores habilidades, tal vez no tuvo suficiente práctica. Entonces debemos de tener mucho cuidado para interpretar las clasificaciones de personas.
• La medicina cada vez es más especializada
Incluso en el beisbol, el lanzador es cada vez más especializado. Tenemos lanzadores que solo juegan contra zurdos y en la medicina o en cualquier trabajo es igual. “Hoy tenemos especialistas para pies, ojos, etc. Tenemos que respetar la experiencia. Es importante encontrar jugadores que aporten su especialidad al equipo”.
• Evitar el Síndrome de los Famosos
A veces hay un atleta (o colaborador) tan famoso que decide quién jugará o incluso quien será el entrenador. Pero estos no son jugadores de equipo, y eso afecta a la estrategia.
• Calidad
La calidad es muy difícil de medir. Las estadísticas muchas veces dicen qué jugador/persona es bueno/buena, pero no dicen qué tan excelente es.
• Buen manager
Un buen manager sabe cómo ganar la confianza de los jugadores. Un buen administrador es mejor que tener un equipo de estrellas. A veces tener un director y un equipo comprometido es mejor que tener a un equipo de estrellas.
En fin, como señala Fabio Gallego, en su libro El Pensamiento Estratégico: la estrategia permite dar respuesta, en vez de sólo reaccionar.
Y por eso conviene tener en mente su advertencia final sobre que el actuar estratégicamente consiste en tener conciencia de que en todo momento lo que usted está intentando hacer a su adversario, él también lo está intentando con usted...Es lo que se hace en el béisbol...y en la política, como en la vida misma.
El beisbol es un equivalente intelectual, estratégico, táctico, cultural e incluso político del ajedrez. Más nos vale conocerlo pues tenemos un Presidente que lo practica y es su embajador en el mundo. Y como decía Yogi Berra: Esto no se acaba hasta que se acaba...