Hay quejas en muchos de los distritos federales porque algunos legisladores no se han dignado poner un pie en las zonas devastadas. Y quieren ser alcaldes. Un ejemplo, por las denuncias de los propios habitantes, es el de la diputada Susana Osorno Belmonte, que en su demarcación hay seis municipios severamente afectados por el sismo del 19 de septiembre. Al menos dos de ellos considerados como “zona de desastre”. ¿Y quiere así ser candidata a presidenta municipal de Chalco para el año entrante?
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Una de las secuelas más dolorosas que dejó el temblor y que se verá pronto en toda su magnitud, es el daño estructural a templos católicos considerados como patrimonio histórico y cultural. Hay muchas edificaciones de los Siglos XVI y XVII que están en esta situación. Por ejemplo, el monasterio Franciscano de Malinalco; la parroquia de Guadalupe del Sacromonte en Amecameca y el templo de San Pedro y San Pablo en Tlalmanalco. Se trata de atractivos turísticos, la derrama económica se verá mermada, y sin duda afectará a las comunidades en caso de que deban ser derruidos o cerrados para su rehabilitación.
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Es difícil saber en estos momentos cuánto tiempo le tomará al gobierno estatal retomar un ritmo de trabajo que pueda considerarse como ”normal.” Los daños dejados por los sismos han sido muchos y en diversas regiones. Es obvio que todos los habitantes que han sufrido daños quisieran contar con la presencia del gobernador Alfredo del Mazo, pero en ocasiones eso es prácticamente imposible.
Como ejemplo. La carretera que une a Santana Jilotzingo con Isidro Fabela tuvo tres afectaciones. Dos fallas que deben ser revisadas a fondo para determinar con exactitud el tamaño del daño, y un socavón de 30 metros de diámetro por seis de fondo. Los habitantes de ambos municipios quieren que vaya el mandatario estatal a supervisar esos daños y a darles esperanza. Hay otros problemas en el Estado de México que requieren de su presencia.
Si bien desde el primer día estuvo en la zona el presidente del Gabinete Regional, Raymundo Martínez Carbajal, no es suficiente para la gente, ellos quieren sentir la cercanía de Alfredo del Mazo. Pero si comparamos esos daños con los 40 derrumbes que sufrieron las carreteras que llegan a Ocuilan, entonces nos daremos cuenta que hay de daños a daños y entonces debe valorar a dónde va.
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