Simplicio: Qiuhubo, Diablín, ¿por qué te ves tan decaído?
Diablo: Caramba, porque todo me sale mal últimamente....
Simplicio: Se supone que para ti, diablito, malo es bueno y viceversa.
Diablo: !Precisamente!
Simplicio: Pues, ¿qué ha salido bien que te cae tan mal y te tiene preocupado?
Diablo: Todo este nuevo curso que está tomando la Cuarta Transformación me tiene destanteado...
Simplicio: Vaya, yo creí que estabas muy contento de ver cómo se acababa la luna de miel del nuevo gobierno y comenzaba de a de veras la lucha por el poder real en el país.
Diablo: Precisamente, ya empezó la lucha de clases entre buenos y malos, pero !la estamos perdiendo!
Simplicio: Vaya, vaya, yo creí que la lucha era entre la burguesía y el proletariado.
Diablo: ¿El qué?
Simplicio: El proletariado, los obreros que producen las mercancías...
Diablo: Esos ya casi ni existen, ahora son clase media, media baja o de plano baja, al servicio de los amos, cada vez menos de la clase alta, y las máquinas son las que producen las mercancías
Simplicio: Pero se necesita fuerza humana de trabajo para operar las máquinas.
Diablo: Cada vez menos, para eso inventé los robots.
Simplicio: Entonces, ¿cómo es que estás perdiendo la lucha de clases, maldito Diablón?
Diablo: Porque me salió el tiro por la culata, los robots no tienen alma, cuando se ¨mueren¨ queda pura chatarra, nada para llevarme a torturar al inframundo por toda la eternidad y los ricos son cada vez más poquitos, unos cuantos que tienen concentrada toda la riqueza, que ya tenemos muchas mazmorras sin ocupar en el infierno. Un desperdicio, según análisis de costo-beneficio.
Simplicio: Tú tan tecnócrata como siempre, Diablo. En cambio, cada vez hay más pobres, potenciales delincuentes, ¿no deberías estar contento?
Diablo: Pues por eso la Cuarta Transformación me tiene en ascuas, no sé si las medidas de ya sabes quién me van a producir más almas malvadas que llevar al infierno con tanto despido y cancelación de proyectos o las reformas a las reformas van a rescatarlas de la malvada pobreza y todo el pueblo bueno se va a ir al paraíso, como se supone que lo hizo la desaparecida clase obrera.
Simplicio: Pues por lo pronto, con los arrestos recientes y las investigaciones judiciales en curso vas a tener más material para llevar de las celdas de aquí en la tierra mexicana a tus mazmorras vacías de tu infernal inframundo.
Diablo: Primero Los Pobres Diablos....
Simplicio: No, !Primero Los Malandrines De Todo Tipo, Sin Distinción De Sexo, Clase o Religión!
Diablo: ¿También los Chairos deshonestos?
Simplicio: !Sobre todo, los Chairos Deshonestos!
Simplicio: Ya no te preocupes tanto, Diablín, vas a tener material de sobra para reventar los nueve círculos del Infierno que describió Dante en su Divina Comedia, con excepción del primero, que era el Limbo y ya lo eliminó el Vaticano, pero quedan ocho círculos para los Lujuriosos, los Glotones, los Avaros, los Iracundos, los Herejes, los Violentos, los Fraudulentos (y los Fraudurápidos), y los Traicioneros.
Aparte del Diablo: (este Simplicio confunde la vida con la literatura, no sabe que en realidad desde el 1 de diciembre de 2018 ya reacondicionamos el Limbo para que Primero los Chairos entren al infierno, ya sean Lujuriosos, Glotones, Avaros, Iracundos, Herejes, Violentos, Fraudulentos (y Fraudurápidos), o Traicioneros). Servicio especial... Jajajajajajajaja, y además vamos a ampliar el Infierno con otros circulitos que no imaginó Dante como uno especial para Chairos Pederastas, Pedófilos y Similares, otro para periodistas fifíes con un Pabellón Especial para Reforma y Similares, más los que se acumulen en el sexenio…jajajajajajaja).
(Junio 2019)