El presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, a quien tuve el honor de conocer siendo redactor de Economía Internacional del diario La Jornada (antes mi esposa, que es de Tabasco, igual su familia, lo conocieron como vecino) demandó a la sociedad hacer siempre “cuentas claras” para que haya “chocolate espeso”. Por lo anterior nos consta la honestidad con que se conduce nuestro presidente.
Hay quienes, en su visión obtusa, corrupta e hipócrita no entienden que la sociedad votó en 2018 por un cambio, no por más de lo mismo. Que la gente votó porque se acaben el tráfico de influencias, el compadrazgo y el amiguismo que solapa a quienes se aprovechan de una aparente posición de poder para robar, apropiarse de los bienes ajenos o de la comunidad. Queda claro que eso se va a acabar porque ninguna sociedad que aspire a un país honesto, en paz, con jóvenes limpios que no delincan, puede sobrevivir soportando a nerones modernos. Roma cayó por eso.
En Coacalco también se ganó la presidencia local con Darwin Eslava por el efecto López Obrador, pero además ocuparon importantes posiciones personas muy cercanas a representantes del Presidente de la República, como la síndico procuradora María Esther Hernández. La actual administración municipal se propuso desde un principio poner orden en lo que es el patrimonio municipal y detectar cuanta especulación ha habido con el suelo e inmuebles que pertenecen a todos los coacalquenses.
Así como el presidente de la República ha exigido “cuentas claras” a la sociedad también lo ha hecho con sus altos y medios funcionarios. Coacalco no es la excepción y está en la mira de las distintas secretarías de Estado y del gobierno de la entidad que a corto plazo exigirán revisar las cuentas en muchos rubros, principalmente en el de patrimonio municipal que incluye toda clase de inmuebles. Por eso pésele a quien le pese y duela a quien le duela las autoridades recuperarán, como ya lo han hecho con algunos inmuebles, como lo prometió en campaña Darwin Eslava, toda propiedad patrimonio municipal.
No sólo es una demanda oficial basada en los principios del “no mentir, no robar y no traicionar”, sino un sentir ciudadano que permea a toda la sociedad. Coacalco está entre los 59 municipios conurbados que oficialmente reconoce el gobierno del estado de México y el INEGI como conurbados a la capital del país, que sufren un crecimiento urbano descomunal que rebasa a la media de crecimiento poblacional de 1.5 o 2 por ciento llegando en algunos casos como Tecámac y Coacalco a 8 por ciento.
Es por ello que no sólo funcionarios lúcidos sino la mayoría de la población ya no quieren más urbanización a costa de falta de vialidades, buen drenaje, seguridad, entre otros, pues se calcula que toda vez que se acabe la vida rural y campesina en los que aún queda será imposible dotar de muchos servicios básicos en el corto plazo a la población.
El “cuentas claras y chocolate espeso” significa no sólo combatir la corrupción sino también poner orden en lo que concierne al patrimonio propiedad de todos los mexiquenses, y por lo que también lucha y denuncia el ex alcalde Alejandro Gamiño Palacios. Es imperativo alentar al jurídico de Coacalco a que utilice todos los elementos legales a su alcance y tenga mano firme y justa para la recuperación que ya tiene en puerta mediante una lista bien documentada.
Alejandro Gamiño Palacios, a quien tengo como contacto en Facebook y con quien intercambio comentarios, en forma valiente, como lo califican muchos vecinos, continúa haciendo denuncias sobre algunos malos manejos de algunos funcionarios en la actual administración del ayuntamiento de Coacalco. Recientemente publicó en redes sociales lo siguiente:
“Sres. del Ayto., dejen de despedir al personal de Tesorería, Ellos son inocentes de la información que Yo obtuve, les dejo las pruebas de que toda la información es legal, en lugar de intentar LIMPIAR SU COCHINERO, MEJOR DEJEN DE ROBARNOS !! PD y de seguro van a cubrir las vacantes con puro personal de Tlalnepantla y Cuautitlán Izcalli que les cubran sus trapacerías.”
Extra Extra
Agradezco a improvisados detractores (sin cerebro para discutir civilizadamente, sin hipocresía, mentiras y sin amenazas) el que lean esta columna de opinión. Su reclamo pendenciero y difamatorio es signo de que existimos, que estamos haciendo bien las cosas. Lo que hacen con su grilla es darnos la razón y la importancia que nos engrandece. Eso nos fortalece. Peor sería que nos ignoraran. Gracias detractores corruptos y mentirosos aunque no sepan leer bien. La honestidad es la que al final triunfa.
*Presidente de la ONG Franature