Llegamos a la década de los 20 en la que esperamos y deseamos que nos vaya muy bien a los más de 125 millones de mexicanos y, con ello, que el gobierno que encabeza el presidente Andrés Manuel López Obrador se aplique y pueda dar los resultados esperados en su segundo año de gestión, debido a que el primero fue negativo y perdido para la autollamada cuarta transformación.
Recordemos que no hubo crecimiento económico, tampoco una estrategia para abatir al crimen organizado que sigue creciendo y no se le ha controlado ya que 2019 ha sido el año con más crímenes en la historia de nuestro vapuleado país (más de 38 mil personas abatidas por toda la república), tampoco se crearon los empleos prometidos, a pesar que -según lo dice el propio AMLO- “vamos re que te bien”, realidad que millones de mexicanos no comparten.
Así pues, este 2020 es un año de retos para el gobierno del mandatario López Obrador, en que el deberá demostrar con hechos que los mexicanos estaremos en mejores circunstancias para que el escepticismo, la percepción y dudas de millones de mexicanos sea diferente. Simplemente, en su momento, López Obrador criticó férreamente el dos por ciento de crecimiento económico que hubo en los gobiernos neoliberales y a los que sigue fustigando a pesar que hubo un cambio de régimen. Ahora tendrá que aplicarse en las asignaturas pendientes y demostrar que el cambio por el votaron los mexicanos por el hartazgo valió la pena.
PATRAÑAS, LA AUSTERIDAD REPUBLICANA
Resulta que el jefe del Ejecutivo AMLO ha asegurado que la austeridad republicana entró en acción desde el segundo semestre del año anterior de su gobierno, lo que no es cierto. Tuve la oportunidad de toparme con el aprendiz de canciller Marcelo Ebrard Cassaubón, el pasado jueves en Paseo de la Reforma, iba a bordo de una camioneta último modelo BMW azul, por supuesto que con chofer y atrás, resguardándolo una camioneta Suburban (negra) con guardapespaldas.
Qué tal con esa mentira llamada Austeridad Republicana que tanto se cacarea en este régimen, ya que la realidad es otra. Por supuesto que las justificaciones siempre aldrán a flote.
OTRA MENTIRA MÁS DE LA 4T, HIJOS Y HERMANOS DE FUNCIONARIOS TRABAJAN EN EL GOBIERNO
El pasado 13 de junio de 2019, el jefe del Ejecutivo Andrés Manuel López Obrador envió una carta dirigida a secretarios del Gobierno Federal, a los directores de Empresas y Organismos Paraestatales y a los servidores Públicos en General, que citaré textualmente dice: “Me dirijo a ustedes con la instrucción clara y precisa de no permitir bajo ninguna circunstancia, la corrupción, el influyentismo, el amiguismo, el nepotismo, ninguna de esas lacras de la política del antiguo régimen, todos estamos obligados a honrar nuestra palabra y cumplir con el compromiso de no mentir, no robar, y no traicionar la confianza de los mexicanos”.
Prosigue la misiva: “En consecuencia les reitero, no acepto, bajo ninguna circunstancia, que miembros de la familia hagan gestiones, trámites o lleven a cabo negocios con el gobierno en su beneficio o a favor de sus recomendados”.
“Esto incluye a mi esposa, mis hijos, hermanos, hermana, primos, tíos, cuñados, nueras, concuños y demás miembros de mi familia cercana o distante. Ustedes no tienen la obligación de escuchar propuestas indecorosas de nadie, y en caso de mis familiares, ni siquiera de recibirlos en sus oficinas o contestarles el teléfono. Nada de nada”.
Finaliza el escrito mencionándoles: “Solo me resta decirles que, de no cumplirse esta recomendación, se podría caer en actos de deshonestidad y en la esfera del derecho penal”, la firma: Andrés Manuel López Obrador, Presidente Constitucional del os Estados Unidos Mexicanos.
Y tómala que no le hacen caso al tabasqueño ya que fueron incrustados en varias secretarias y dependencias gubernamentales las siguientes personas sin contar con el perfil ni la experiencia en la administración pública:
Bertha Alcalde Luján (hermana de la secretaria del Trabajo, Luisa María), fue designada por el incipiente secretario de Seguridad Ciudadana, Alfonso Durazo, secretaria ejecutiva adjunta (qué bueno que desparecieron las direcciones generales adjuntas y sus similares), del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP). Cabe mencionar que las hermanas Alcalde Luján, son hijas de Bertha Luján, actual secretaria general del partido Morena.
Otro más es Pablo Almicar Sandoval, hermano de Eréndira Sandoval Ballesteros, secretaria de la Función Pública, quien es delegado de Programas Sociales en Guerrero de la Secretaría de Bienestar.
Otro más es Alejandro Encinas Nájera, quien ocupa la titularidad de la Unidad de Asuntos Internacionales de la Secretaría del Trabajo y no cuenta con ninguna experiencia. Encina es hijo de Alejandro Encinas Rodríguez, subsecretario de Derechos Humanos de Gobernación. ¿Qué tal?
Sin dejar de lado a Graciela Márquez, secretaria de Economía, esposa de Gerardo Esquivel, subgobernador de Banco de México. Ni tampoco a la nueva ministra de la Suprema Corte Margarita Ríos Farjat, quien se desempeñaba como titular del SAT y es consorte de Arturo Herrera, secretario de Hacienda.
También están los hermanos Carlos y Antonio Martínez Velázquez, quienes se desempeñan como director del Infonavit y de comunicación social de la secretaría de Cultura, respectivamente.
Seguramente habrá otros casos más -apreciable lector- en el que la ambición rompe el saco, lamentablemente seguimos siendo testigos que gobiernos vienen y gobiernos van, y las formas no cambian, como bien decía Jesús Reyes Heroles, que la forma es fondo, pues lo único que ambicionan es el poder. No ha pisca alguna de vocación de servicio por parte de los mal llamada 4t.
El amiguismo, el influyentismo, el compadrazgo y el nepotismo seguirán vigentes en nuestro vapuleado país, pese a que se les envíe cartas a todo el gabinete legal y ampliado (como lo hizo el mandatario) se les insista de no hacerlo y se les instruya de abstenerse de no recomendar a sus familiares. Es difícil resistirse cuando se llega a la administración pública, porque se les olvida que el cambio de gestión iba a ser radical y se iba a acabar con la corrupción por decreto. A fin de cuentas todos buscan colocar en buenos cargos a su descendencia y amigos. ¡Qué pena!
Es importante comentar que en los portales de las distintas secretarías y dependencias como Pemex, que los salarios que devengan varios funcionarios rebasan en tope que AMLO impuso.
