El coronavirus que causa el síndrome respiratorio agudo severo, que fue descubierto en 1960, tiene sus orígenes en el consumo de carne de diversos animales, principalmente los que se cazan en el campo y las montañas de China, país que en los años sesenta del siglo pasado consumía la décima parte de la carne que consume en la actualidad. El monstruoso negocio de la carne a nivel mundial representa un consumo anual de 330 millones de toneladas y un sinfín de enfermedades que enriquecen al sector de salud privado y las farmacéuticas.
El representante de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en China, Dr. Gauden Galea, declaró para la cadena de noticias CNN que “mientras la gente coma carne habrá cierto riesgo de infección” y añadió que “en nuestra interface con el mundo animal siempre existirá el peligro de efectos secundarios”, dato que para nada pasó siquiera por la cabeza de reporteros boletineros del sector salud.
En una amplia investigación sobre el origen del problema del coronavirus que se plasmó en notas escritas y videos subidos a su página oficial, CNN acudió a los mercados de Wuhan y Sichuán donde pudo constatar las deprimentes condiciones de higiene y trato que se da a las distintas especies animales enjauladas en condiciones estresantes o cortadas en canal en el piso sucio destinadas a la mesa humana.
También CNN entrevistó a la máxima autoridad en enfermedades virales, el virólogo encardado de decodificar el virus, Leo Poon, de la Facultad de Salud Pública de la Universidad de Hong Kong quien aseguró que el virus lo transmitió un animal.
El síndrome respiratorio agudo severo, según la agencia noticiosa, infectó a ocho mil personas y mató a 774 al tiempo que alcanzó a 37 países entre 2002 y 2003 y que de acuerdo a funcionarios locales chinos el virus fue detectado (por segunda vez) primero en Wuhan el 12 de diciembre. CNN añadió que el coronavirus que causa el síndrome fue rastreado en gatos silvestres considerados una exquisitez al sur de China, por lo que el gobierno de ese país prohibió su matanza y consumo desde 2004.
La Oxford Martin School, dedicada a la investigación y política que intenta encontrar soluciones a los problemas de salud y ambientales a nivel global entregó un trabajó especial llevado a cabo por Hannah Ritchie para la cadena de noticias BBC sobre los países que consumen más carne. En el mismo concluye que la producción de carne hoy es casi cinco veces más alta que a principios de la década de los 60: de 70 millones de toneladas a más de 330 millones en 2017.
Cita que países como China y Brasil experimentaron un crecimiento económico significativo en las últimas décadas, y por ende un gran aumento en el consumo de carne y que el promedio de consumo en China en 1960 era de 5 kilos al año y a fines de los 80 la cifra había aumentado a 20 kilos, y en las últimas décadas se ha triplicado a más de 60. Lo mismo sucedió en Brasil, donde el consumo de carne casi se duplicó desde los 90, y superó a casi todos los países occidentales en el proceso.
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Los autos ecológicos enfrentan pésima burocracia en Edomex
Adquirir un auto híbrido en el estado de México, que no es nada barato y que en algunos casos da 41.5 kilómetros por litro, es enfrentarse a una pésima reglamentación y burocracia en la Dirección General de Prevención y Control de la Contaminación Atmosférica encargadas de dar facilidades al público que pretende con esa compra contribuir a bajar los índices de contaminación. La facilidad al propietario de un auto híbrido de no pagar tenencia ni verificación durante ocho años y tener descuento en casetas de peaje no es suficiente. Quien adquiera un auto se topará en principio que tiene que renovar la tarjeta de circulación a los cuatro años (lo que no debiera ser). Si lo compró en diciembre, se atraviesan las fiestas navideñas y tendrá que hacer decenas de llamadas iniciando el nuevo año para poder hacerse acreedor a la calcomanía E (exento de verificación y tenencia), mientras tanto no podrá circular casi dos meses y tendrá que optar por otra unidad de combustión interna. Gran contradicción. Hablar una y otra vez a la oficina de expedición del holograma E es un viacrucis a través de los teléfonos en los que es un milagro comunicarse para saber si ya está listo el holograma. Finalmente la calcomanía E tiene una vigencia a partir de cuando se hizo la compra del vehículo y no de cuando se expidió la licencia de conducir, ya que la entrega en la agencia distribuidora no es casi siempre puntual, ya sea porque no llegó a tiempo el color deseado o por otras cuestiones de facturación. Además de que en muchas oficinas de expedición de placas no cuentan con las que tienen el distintivo ecológico como en otros estados de la República. En fin, una burocracia que no incentiva el uso de autos no contaminantes. A estos no se les debiera exentar ocho años sino más de diez en virtud de que las refacciones sólo son genuinas al adquirirse únicamente de agencias de la marca correspondiente. Ojalá el gobierno o los legisladores pongan más atención a esto. Aclaro que el trato y la atención del personal de dicha Dirección General de Prevención y Control de la Contaminación Atmosférica es de buena calidad, eficiente y atento que nada tiene que ver con la burocracia impuesta por quienes diseñan los tiempos y las condiciones que norman dicho trámite y la raquítica vigencia del holograma si se compara con la de los autos de colección, en su mayoría más contaminantes que un híbrido. Otra gran contradicción.
*Presidente de la ONG Franature
