Queridos todos, debo confesar que estoy muy emocionada de haber visto la nueva obra de Lorena Venta, "En el Borde", para la cual se me solicitó realizar el texto del programa de mano.
Las relaciones entre madres e hijas siempre han sido y seguirán siendo un punto de quiebre muy interesante en la formación de la mujer, es innegable que el primer amor de las hijas será siempre el padre, pero quien formará el carácter y los rasgos del ser será aquella dadora de vida que en muchas ocasiones debe olvidarse de sí misma, sus deseos, sus sueños y demás en pos de convertirse en ese “hermoso” estereotipo que es la madre: abnegada, dulce, asexual y sobre todo sacrificada.
Lorena Venta aborda esta situación con un giro de tuercas inesperado que mantiene a quien se enfrente – no podría pensar en otra palabra que no sea enfrentamiento¬, con todo lo que eso implica – a "En el Borde".
El manejo de los personajes, la confusión que se genera y que se explica por una mente retorcida y lastimada, que busca en la locura un escape para el dolor tremendo de lidiar con una infancia fragmentada, con el abandono materno y por la influencia de la ausencia de una pieza fundamental en su vida.
Terrible aceptar en plena decadencia, que la infancia regrese a reclamar sus fueros y la perdida de la razón muestre el último resquicio de coherencia sabiendo que no se puede volver a ver al niño que alguna vez fuimos a la cara.
Al niño que descubre que tiene la posibilidad de ejercer su libertad y alejarse del dolor que en ocasiones compartimos con él, a ese niño o niña que dolido se da cuenta y nos grita: “Soy de nuevo una niña, un pensamiento ligero. Subo un árbol y raspo mis rodillas, papá toma mi mano, nos abrazamos y dice cuánto me quiere, y yo le digo cuánto lo amo. Me lleva a casa y sirve un helado de limón bien frío, yo sonrío y soy la niña más feliz del mundo. Adiós María, la que un día quiso ser.”
Despidiéndose de los adultos insensibles en que en ocasiones nos hemos convertido, de esos que por las circunstancias o por cobardía olvidamos preservar intacta esa dulce esencia infantil y la infinita ternura…
“En el Borde” nos hará sonreír con nostalgia, pero también nos abrirá los ojos para ver desmoronarse a todos los tabúes, todas las mentiras, todos los estereotipos que están ahí y caen ante la total honestidad de la boca del niño al que le fallamos, sabiendo que en lo que nos convertimos no es ni por asomo lo que merecíamos ser.
¿Quién de ustedes se atreve a mirar al niño que fue con honesta integridad?
Si creen poder hacerlo , vayan a ver “En el Borde”, que se presenta en el Teatro de los Jaguares de jueves a domingo a las 17:00 horas, con la impecable dirección de Lorena Venta y las actuaciones de Milagros Rodríguez y Blanca Villagrán.
