Un distinguido toluqueño nacido el 1 de agosto de 1950; amante, protector y gestor de las áreas naturales se nos adelantó. Este lunes nuestro buen maestro y amigo de muchos, partió a mejor vida, dejando entre nosotros aprendizajes, enseñanzas y sobre todo un gran ejemplo de lucha en favor del medio ambiente.
Y es que desde muy joven y a lo largo de su vida, el arquitecto Collado logró visualizar algunas necesidades apremiantes que vivimos diariamente en cuestión medioambiental.
Durante su vida profesional logró consolidar proyectos ambientales como la construcción del vivero más grande de la Ciudad de México, ubicado en Xochimilco, para producir 50 millones de árboles de calidad.
A su paso como diputado local impulsó la creación del Parque Sierra Morelos, parque natural emblemático de la ciudad de Toluca. Y posteriormente proyectó y desarrolló el parque “La Pila” del Municipio de Metepec.
Fue el último director de lo que era PROTINBOS y el primer director de PROBOSQUE.
Como director de Protección Civil promovió la Ley Estatal en la materia, así como su reglamento y generó el primer Atlas Estatal de Riesgos y, específicamente, de inundaciones de varios municipios del Valle de México y Toluca
Realizó estudios y proyectos para decretar más de 400 mil hectáreas como Áreas Naturales Protegidas Estatales bajo la categoría de Santuarios, con la finalidad de conservar las fuentes de agua y los recursos naturales asociados.
Gestionó más de 300 millones de pesos para realizar trabajos de conservación y restauración de suelos e infiltración de agua a los acuíferos mediante la construcción de 3 mil presas de gavión y la construcción de 400 mil tinas ciegas y zanjas trincheras, así como reforestaciones de más de 380 mil árboles.
Impulsó la construcción de ecotecnias, sistemas de captación de agua, estufas ahorradoras de leña, baños secos o ecológicos y huertos de traspatio en 87 comunidades marginadas de 40 municipios de la entidad.
Se estima que el arquitecto plantó directamente a lo largo de su vida alrededor de 7 mil 400 árboles. Necesitamos más ciudadanos ocupados por el mejoramiento de nuestros entornos, gestores de proyectos que no solamente benefician a la comunidad, sino que además tengan un impacto regional y de largo alcance.
Gracias al arquitecto por sus enseñanzas, por sembrar en las mentalidades de los más jóvenes la cultura del cuidado el agua, de los animales, del medio ambiente; por las valiosas gestiones y aportaciones que emprendió a lo largo de su vida. Perdimos a un gran toluqueño, pero los que tuvimos oportunidad de conocerlo, seguiremos su ejemplo cuidando la casa que es de todos: el planeta.