Anteriormente explicábamos cómo China redujo significativamente los niveles de CO2, disminución que representó 25% de las emisiones de todo el país. Equivalentes al 6% de las emisiones de todo el planeta. Todo ello como resultado del cierre de fábricas y comercios, así como estrictas restricciones en el uso de los medios de transporte.
Por otro lado, Italia pasó a ser el país número uno de casos confirmados y muertes por coronavirus COVID-19. Según fuentes como la BBC, afirman que al día jueves 19 de marzo en Italia se ha registrado la muerte de 3 mil 405 personas, mientras que en el país origen de este virus han sido 3 mil 249 las personas que han perdido la vida.
Sin embargo, esta pandemia ha generado ciertos efectos colaterales positivos en las regiones que se ven más afectadas por el virus. Tal es caso de Italia que en días pasados mostró evidencias nunca antes vistas, el lugar particular fue Venecia, región que comúnmente es abarrotada y altamente transitada por cientos de turistas que acuden a vacacionar y a admirar la belleza de la ciudad.
La Agencia Espacial Europea ha emitido reportes registrados en los últimos días, que muestran una notable disminución de las emisiones de dióxido de nitrógeno, esto debido a la paralización de las actividades económicas.
Residentes de esta ciudad afirman que han podido observar un notable cambio en la contaminación del agua y en algunos casos han podido ver fauna marina a través del color cristalino del agua.
Llama la atención cómo los países que han parado sus actividades económicas muestran una disminución que va en picada en cuanto a sus niveles de contaminación. Es claro que los seres humanos con nuestras acciones, carentes de cultura ambiental, somos la más grande y destructiva pandemia de nuestro planeta. Ojalá reflexionemos sobre estos datos y no tengamos que transitar por estos tiempos de incertidumbre mundial, para podernos comprometer con cambios de fondo en favor del medio ambiente.