Las familias seguimos experimentando nuevas vivencias con el aislamiento social por la cuarentena para evitar la propagación del COVID-19; y realmente todo vale la pena por la salud y la vida; sin embargo, esto está generando mayores tensiones en las relaciones de pareja e hijos.
Cada vez son más los episodios de ansiedad, depresión, estrés, insomnio e irritabilidad, que pueden desembocar en hechos de violencia.
En este periodo de cuarentena va en ascenso la violencia en contra de la mujer y riñas familiares. La violencia no se justifica, pero el encierro, las crisis externas de tipo económicas, salud y las escolares tienen en tensión a los hogares.
El aislamiento está generando una activación emocional elevada y ocasiona alta irritabilidad, pues, además de no salir de casa, se tienen que cumplir ciertas tareas como las educativas y del trabajo; para muchas de éstas -tareas- se ocupa tecnología básica como una computadora, pero la realidad de las familias mexicanas, es que la prioridad es contar con una buena pantalla, para ver el futbol, la series, películas o novelas, dejando de lado el contar con una computadora.
Los que sí la tienen, a veces, son muchos en casa; hasta tres hijos con la necesidad de tomar clases en línea, y si agregamos aquellos padres de familia que están haciendo trabajo en casa, la pelea por la computadora es de importancia.
Existen otros casos donde la tecnología sobra en casa, tabletas, lap top y más, pero el problema puede radicar que los padres de familia tienen que salir a trabajar y no puedes estar pendientes de las clases en línea, problema que enfrentan después de una larga jornada laboral donde lo menos que quieren saber es investigar temas de matemáticas o de otra asignatura ya olvidada, además de que las labores de casa que continúan.
También hay padres de familia que están en casa con sus hijos para tomar las clases en línea, pero sus dudas no son contestadas pues se trata de un video pregrabado, o bien se satura el sistema, al profesor de dudas, sumado a las maratónicas tareas que les dejan de temas vistos en línea.
Sin duda, son momentos que están estresando a las familias, que están tensando la relación entre padres e hijos, donde todo se acumula y malas decisiones hacen que se desencadenen conductas poco asertivas que pueden llevar a las familias a episodios de violencia.
Lamentablemente existen otros casos donde no hay computadora ni internet y la angustia aumenta.
La crisis de clases en línea, trabajo en casa y una computadora, continuarán hasta que podamos estar seguros y regresar a nuestras actividades normales.
Hoy estamos en casa no encerrados, nos estamos cuidando, por nuestra salud y vida.
Quizá no podemos resolver la falta de tecnología para las clases y tareas, pero sí se puede hacer conciencia sobre las tareas y métodos para impartir una clase para que sea entendible para las y los alumnos.
Los padres de familia tendrán que poner a prueba la paciencia, pues será fundamental para evitar episodios de violencia que puedan quebrantar una relación o puedan marcar a sus hijos de manera negativa.
Este tiempo, es tiempo para lo que no teníamos tiempo y para lo que siempre estábamos de prisa.
Hagamos que los lazos con los nuestros se fortalezcan para que, cuando regresemos a nuestras vidas educativas y laborales, no perdamos de vista la gran importancia de la familia.
#VozDeMujer