En la mañana, por la noche, a cualquier hora, en algún lugar, los reporteros de los medios informativos están presentes en zonas de contagio como hospitales, centrales de abastos, otros mercados, transportes, funerarias, cementerios. Estos profesionales dan cuenta de lo que ahí ocurre, de quiénes están siguiendo las normas necesarias para evitar el contagio del Covid-19 y quiénes no. Con sólo su cubre bocas y eventualmente máscaras y guantes recorren las calles, las carreteras y ciudades del país, lo mismo para reportar los saldos de la enfermedad que los propios del crimen, que no para y es más letal que el mismo coronavirus.
Por oficio, los periodistas, y de entre ellos, los reporteros, dan cuenta de lo diferente, de lo extraordinario, de lo irregular, de lo que llama la atención.
En la búsqueda de la noticia se exponen a todo tipo de riesgos, ya sean los de salud, ahora y, antes, agresiones que en varios casos los llevaron a perder la vida, a manos del crimen organizado. Ha pasado en diversos lugares del país. El periodismo reporta los hechos. Son los ojos y los oídos de la sociedad. Todo análisis que realicen los periodistas está basado en acontecimientos que generan noticia.
El periodismo ha de ser objetivo, crítico. Es el ejercicio profesional de la libertad de expresión, por excelencia. Sí éste se convierte en un emisor de halagos y aplausos de regímenes, personajes o de hechos, se termina con la posibilidad de hacer análisis, desmenuzar y entender bajo diferentes miradas lo que ocurre. Es decir, la pluralidad como expresión de la democracia.
Hoy, más que nunca, ante la crisis sanitaria, delincuencial, social, económica y política que vive México, se requiere del periodismo profesional. La libertad de prensa ha de ejercer la crítica y el cuestionamiento al poder.
En el artículo sexto de la Constitución vigente se señala: “la manifestación de las ideas no será objeto de ninguna inquisición judicial o administrativa, sino en el caso que ataque a la moral, los derechos de terceros, provoque algún delito o perturbe el orden público”. Si los periodistas callan hoy, la tragedia que se vive en el país, mañana nadie hablará por México.
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@MargaJimenez4
