Esta frase de ¨Lo Nuevo Normal¨ ha empezado hace poco a situarse como lema en la narrativa de los gobiernos acerca de lo que debe suceder después de la virulenta monotemática de la pandemia.
Después de la Gran Recesión de 2008 se retomó el lema de ¨Back to Basics¨, Volver a lo Básico, pues los pocos sensatos economistas que quedaban aconsejaban que en adelante toda la actividad empresarial se focalizara en uno de los básicos del negocio: atención al cliente y calidad de servicio, en vez de seguir jugando a la ¨Economía Casino¨ haciendo piruetas financieras con bancos y especulando en Bolsas.
En cambio, la frase The New Normal, Lo Nuevo Normal, que está cobrando importancia en los medios, hasta donde sé muy posiblemente alguien casi sin darse cuenta la retomó de una serie cómica de la televisión estadounidense estrenada en 2012.
Su reciente aplicación inconsciente a la grave situación actual resulta muy desafortunada, por simplista ya que pretende ocultar la complejidad de esta calamidad biológica que de sanitaria está pasando a ser una catástrofe económica y presagia una conmoción social por sus efectos en el empleo y el descenso esperado en el nivel de vida en general.
Es más bien una frase aspiracional, un buen deseo de que las cosas puedan regresar a la ¨normalidad¨ en cuanto pase esta pandemia. Sin embargo, esta epidemia puede pasar, pero sus efectos están cambiando al mundo como lo conocimos.
Pueden llamarlo la nueva normalidad, o volver a lo básico, pero el mundo ya no será igual. Tampoco va a cambiar totalmente de la noche a la mañana. Porque como señalan los que saben, estas epidemias, entre otras tantas calamidades, son consecuencia de la explotación descontrolada del planeta. En este caso debido a que especies que vivían inmunes y aisladas con estos virus, las sacan de su hábitat natural y los virus saltan de su huésped al vulnerable ser humano causando los daños que estamos presenciando.
¿En México, podrá preservarse la llamada normalidad democrática que vivimos o regresaremos a la ¨normalidad democrática¨ de la dictadura perfecta, bajo un nuevo disfraz?
Ni siquiera lo que ya había será igual, ni volverá a la normalidad. Desvanecidas las fantasías neoliberales del perfecto funcionamiento del libre mercado, hasta el sector privado está de acuerdo en que se requerirá un mejor Estado, entre otras cosas, con un más eficiente sistema de salud.
Los retos son enormes, en todos los campos, en lo económico, en lo político, en lo social.
¿Cómo y cuándo se empezará a recuperar la economía? En el caso mexicano, no sólo cuando se regrese a la situación anterior a la epidemia puesto que el consumo y la producción ya estaban estancados y posiblemente en vías de recesión interna.
Tendrán que reactivarse la demanda y la inversión, ya sea privadas o públicas o ambas, superando los niveles anteriores a la crisis. No será fácil para lo que quede del sector privado, tanto del consumidor como del productor, porque está siendo muy afectado. Y del lado del sector público porque ya trae una carga muy pesada de deuda y no quiere contratar más, a pesar de que la excepcional situación requiere de medidas extraordinarias so pena de provocar una mayor recesión en la economía mexicana.
La globalización no se va a acabar, pero de hecho ya no es la misma. Y tantas otras cosas están cambiando y seguirán transformándose, para bien o para mal.
En todo caso será la ¨normalización¨ de lo excepcional, venga lo que venga y según los que sobrevivan lo enfrenten. Y lo que resulte no dependerá de un solo individuo, ni siquiera de un solo país, sino de la sociedad mundial en su conjunto puesto que la globalización, corregida o aumentada, seguirá ahí.
La sociedad continuará más o menos globalizada, mejor o peor preparada para las previsibles próxima pandemia y/o la siguiente crisis económica, o la imprevisible nueva calamidad o catástrofe que el planeta nos tenga deparada para el futuro.
Hay que vivir para esperar lo inesperado.
Mayo 2020