La culpa es de todos menos mía

DigitalMex - Periodismo Confiable

Publicado en Opinión

La culpa es de todos menos mía

Miércoles, 13 Mayo 2020 00:10 Escrito por 
La culpa es de todos menos mía Lo bueno, lo malo y lo serio

“El infierno son los otros” Jean-Paul Sartre

Para el presidente Andrés Manuel López Obrador, la época neoliberal, como llama al libre mercado, está en decadencia en el mundo, pues asegura que es un modelo que ha dejado de funcionar.

Pero, ¿cuál es el proyecto (si es que lo hay) de López Obrador en materia económica?, desafortunadamente es una de las muchas preguntas que gran parte de los mexicanos se hace, no así sus seguidores, quienes sin cuestionar, están convencidos que el tabasqueño sabe lo que hace, y para dónde quiere llevar al país.

Son precisamente a ellos a los que dedica más atención. Sus discursos, llenos de frases simples y comunes, con chascarrillos de por medio, lo demuestran, aunado a ello, las apariciones del tabasqueño en lugares populares con los que se identifica una buena parte de los mexicanos, como son las fondas típicas, lo hacen ver como una persona sencilla, del pueblo.

Es en esas fondas, en donde aprovecha López para mandar mensajes a los suyos, y no puede ser casualidad que en el fondo, en muchas de las veces, aparece una imagen de la virgen de Guadalupe. Son símbolos que aprovecha porque sabe de su impacto, como las imágenes de santos que mostró cuando trataba el tema del coronavirus, o la denominación propia de su partido al que llama movimiento, alusivo a la virgen MORENA.

El control que cree tener AMLO, se debe a la gran cantidad de personas que aún confían en él, a los que se suman los que reciben un pago, los fieles, y los muchos fanáticos, y la combinación perfecta de una oposición apagada, moralmente derrotada, alimentan su soberbia, sin embargo, son los ciudadanos quienes se erigen como sus verdaderos adversarios, y ya lo han demostrado.

Recientemente, López Obrador mostró gran disgusto por una inusual cantidad de reclamos, críticas y señalamientos que le dedicaron una buena cantidad de usuarios en las redes sociales, a los que sin la mínima reflexión llamó bots, pues no está acostumbrado a ver esas manifestaciones en su contra. Tras el disgusto presidencial, y como por arte de magia, en poco tiempo las cosas cambiaron, lo que quiere decir que hubo un jalón de orejas para los encargados de sus redes, ¿algo habrá tenido qué ver el senador Martí Batres?

El caso es que aparentemente las críticas al presidente y a su forma de gobernar irán en aumento, a pesar de los ataques que enfilan a esos críticos los seguidores del movimiento lopezobradorista, ya sean reales o bots, quienes lo que sí han demostrado, es que logran gran fuerza por su constante actividad bien organizada, de tal forma que en breve tiempo colocan como trending topic casi cualquier publicación.

La demostración de la organización que tienen, se puede observar al momento en que se lanzan en contra de quien hace algún comentario que no favorece al mandatario o a su cuarta transformación, por eso, personajes como Carlos Loret de Mola, Chumel Torres o Ciro Gómez Leyva son asediados por éstos, haciendo creer que se trata de un ejército de ciudadanos.

Todo es apariencia, únicamente, de otra forma valdría la pena preguntar, ¿en base a qué logros puede sustentarse un apoyo incondicional al presidente? La administración de López ha sido un completo desastre, no da una, por lo tanto, difícilmente puede aceptarse que quienes defienden a su líder, es por convicción.

En cualquier otra circunstancia, las condiciones actuales reflejarían en toda su magnitud el malestar social, son muchos los que se sienten ofendidos, pues el tabasqueño tiene una extraña habilidad para insultar, ofender, denostar y señalar a quien quiera, no importa si son periodistas, empresarios, médicos o técnicos, y hasta parece que guarda un gran rencor en contra de todos aquellos que han buscado superarse.

Pero, ¿por qué parecen ser pocos los decepcionados? Existen diferentes razones, como por ejemplo; el uso diario del micrófono desde el púlpito presidencial, en donde recibe gustoso preguntas a modo de reporteros (¿?) sembrados, los que además, limitan a los verdaderos, lo que aprovecha para ser el centro de atención y poder presumir su gloria. Aunque los verdaderos temas, los importantes, no sean abordados.

Mientras tanto, desde su privilegiado lugar, presume lo que no ha hecho, o lo que no es suyo, pero lo hace ver como si lo fuera, y fustiga en contra de sus adversarios, con plena libertad, pero también ese foro lo utiliza para deslizar su verdadera intención, moldear su entorno para empobrecer al país, para que en el futuro, el pueblo bueno y sabio dependa de la limosna gubernamental.

Por eso, ahora ya no importará el crecimiento, sino el desarrollo, ya no importará la riqueza, sino la espiritualidad, el camino al socialismo está lleno de fuego, lágrimas y decepción, los pasos se van dando uno a uno, hacia ese sistema.

La militarización del país es parte de ello, lo peor de todo, es que la elección del verdugo corrió a cargo del pueblo por la vía democrática, esa que ha venido a menos, y amenaza con apagarse, para entonces, las protestas, y los reclamos, no servirán de nada, como corderos desfilaremos al matadero, o para conseguir un litro de leche.

La pandemia, en realidad, sí le cayó como anillo al dedo al presidente, se apagaron las protestas que venían creciendo, como las de las mujeres, en aquél histórico 8 y sellado con el 9 de marzo, que como nunca antes se dio en el país, a la que deben sumarse las manifestaciones en contra de la violencia, la de la falta de medicamentos para niños con cáncer, la de la suspensión de tratamientos de cáncer de mama, sin dejar de lado el retiro de las estancias infantiles, refugios para mujeres, entre otras.

La mirada de fuego del presidente que quiere controlarlo todo, aunado a la inamovilidad y silencio cómplice de un contrapeso inexistente, y el silencio de sus adversarios, que más bien parecen tener miedo a la UIF, dejan el camino libre para el nuevo sistema.

El pueblo está a la merced de la voluntad de un solo hombre, de aquel que enviste con mirada surrealista de lado a lado todas las mañanas, para hacer creer que el infierno envuelve a todos los presentes. La única voz que se escucha en palacio, es la de López Obrador, quien al hablar aletea con los brazos en un típico movimiento, ahí, con engañosa humildad, en complicidad con los nuevos potentados cerveceros, y chocolateros, en compañía de los ricos de siempre, esos que antes eran señalados como parte de la mafia del poder y ahora, santificados, Slim, Salinas, entre otros, seguirán siendo los más ricos, y compartirán con los nuevos, ese privilegio, mientras el pueblo tendrá qué decidir, entre obedecer las indicaciones del poeta López-Gatell, o morir poco a poco de hambre.

Más de 10 millones de mexicanos se sumarán a la pobreza extrema según el Consejo Nacional de Evaluación para la Política de Desarrollo Social (Coneval), debido a la afectación económica derivada de la pandemia declarada por el Covid-19. Pero, la culpa será de todos menos de AMLO.

 

Visto 2190 veces
Valora este artículo
(4 votos)
Alfredo Albíter González

Lo bueno, lo malo y lo serio