Tal parece que el Covid-19 no será la única causa por la cual debamos quedarnos en casa. El tema de la delincuencia organizada, buscando cómo incrementar sus cifras, no conoce límites. En tiempos de pandemia y confinamiento sus números también se han visto afectados. Por ello, hoy más que nunca debemos tomar mayores medidas preventivas de seguridad, porque esto puede empeorar.
Ya hemos escuchado, visto, leído acerca de los efectos colaterales que va dejando el coronavirus y su afectación en todos los sectores, por lo que el crimen organizado también resulta perjudicado.
De acuerdo con la organización InSight Crime, dedicada al análisis y seguimiento de los grupos de delincuencia organizada en América Latina y el Caribe, éstas son algunas de las razones de cómo el COVID-19 ha afectado a los grupos criminales: (1) Complicaciones en la obtención de insumos para fabricar y procesar la droga, principalmente porque la mayor cantidad de productos químicos utilizados para elaborar la metafentamina y el fentanilo proceden de China; (2) complicaciones de movilidad para el tráfico de drogas debido a los mayores controles y restricciones, por lo que sus redes de contrabando y distribución tuvieron que reorganizarse y encontrar nuevas rutas y alternativas; (3) el tráfico de personas y paso de migrantes ha disminuido debido a los controles de seguridad adicionales en las fronteras, y (4) el cierre de comercios y la pérdida de empleos afecta a la extorsión, ya que se entiende que si las personas no obtienen ganancias, no pueden pagar a sus extorsionadores.
Por lo anterior, los delincuentes se han visto en la necesidad de reinventarse, adaptarse, de explotar otras opciones que el confinamiento les ofrece para incrementar su rentabilidad y ganancia. Así que han dedicado más tiempo a la actividad criminal mediante el uso de tecnologías, es decir, “delitos cibernéticos”. Los cuales ya presentan cifras récord durante esta pandemia. Tan sólo en los meses de marzo y abril se registró un incremento del 14% de acuerdo con datos de la Dirección General Científica de la Guardia Nacional. Situación que pone a los mexicanos en vulnerabilidad total, ya que se agudiza el riesgo de ser víctimas de ilícitos cometidos por estos grupos.
Derivado de la demanda de servicios electrónicos y uso masivo de la Internet, una de las actividades más comunes que utilizan los delincuentes es la estafa digital, conocida como “pishing”. Que consiste en enviar mensajes masivos con enlaces maliciosos bajo emblemas o marcas conocidas como puede ser la OMS, Google, ZOOM, Microsoft, o bien, anzuelos como acceso a programas sociales, recargas de saldo gratuitas, inscripciones sin costo a plataformas digitales de entretenimiento, hasta ventas fraudulentas, Etc. Dichos correos solicitan a los usuarios a divulgar datos personales y bancarios en páginas web falsas o a descargar virus que controlan los dispositivos y roban información. De esta forma realizan robo de identidad, extorsión, fraude, amenazas y por supuesto saqueo en las cuentas bancarias de los incautos.
Otro de los delitos que refiere la misma entidad, es la pornografía infantil, la cual aumento un 73 por ciento en el periodo de marzo-abril, siendo la Ciudad de México y Jalisco los estados con mayores reportes de transmisión de pornografía infantil. Y donde cerca del 80% está relacionado con la red social Facebook. Por otro lado, es una realidad que el uso de red por parte de menores de edad ha incrementado, lo que permite que estén más expuestos a ser captados por agresores sexuales que no sólo buscan material fotográfico sino también hacer contacto para establecer vínculos afectivos y ganar la confianza de los menores para sus fines.
Por estas amenazas debemos ser más cuidadosos en el uso y manejo de nuestra información, contar con antivirus en nuestros equipos, usar contraseñas seguras, controlar y vigilar los accesos de menores de edad y, sobre todo cuando hagan uso de redes sociales, eviten compartir su información o acceso a fotografías de las diferentes plataformas bajo el argumento de permiso para juegos digitales, difundir enlaces o cadenas, apoyar causas sociales sin estar previamente validadas. Hasta el año pasado México ocupaba el segundo lugar con la mayor cantidad de delitos cibernéticos en Latinoamérica, falta esperar los nuevos datos post-pandemia.
¿Cuántos correos "pishing" te llegan al día?
Construyamos #CuentasClaras
* Especialista en Prevención de Lavado de Dinero y Financiamiento al Terrorismo por la Comisión Nacional Bancaria y de Valores
