El pasado lunes 8 de junio celebramos el Día Mundial de los Océanos, fecha que fue instituida por las Naciones Unidas desde el año 2008.
Debemos recordar la importancia de nuestros océanos. No solamente representan 75% de la superficie de la tierra, sino que son el hogar de miles de especies marinas; además, influyen en la regulación del clima, son una gran fuente de alimentación para los seres humanos; según la Fundación Aquae, producen el 50% del oxígeno de nuestro planeta, lo que los hace indispensables para la supervivencia de los seres humanos.
Pese a su gran importancia para todos nosotros, se ha demostrado que 66% de los Océanos están deteriorados. Acciones como la contaminación que alcanza niveles alarmantes, como los 8 millones de toneladas métricas de desechos plásticos que son vertidos anualmente, poniendo en riesgo a miles de especies marinas que, inclusive, algunas se encuentran en peligro de extinción, sin olvidarnos de las enormes islas de basura que flotan y que en este momento, por la situación que estamos viviendo con la pandemia, no solamente están repletas de botellas de plástico, bolsas y residuos comunes. Además se le suman cubrebocas, guantes de látex y todos los insumos que estamos utilizando para nuestra protección ante la amenaza de la COVID-19.
Por otro lado, la pesca ilegal es una amenaza constante para las especies que habitan el mundo marino. Se estima que anualmente se extraen 8 millones 600 mil toneladas de recursos marinos y, pese a que existe regulación internacional y gran cantidad de países cuentan con ordenamientos jurídicos al respecto, se considera que 33% de poblaciones de peces en el mar se capturan a niveles insostenibles, rebasando en muchas ocasiones el máximo permitido.
Es por ello que este año en el marco el año del Día Mundial de los Océanos, las Naciones Unidas lo han nombrado como el año de la “Innovación para un océano sostenible”, ya que a través de la tecnología, la infraestructura de sistemas, exploración científica, su impacto y el potencial necesario para proponer soluciones duraderas, se pretende transformar la realidad en la que vivimos.
Además de la organización conjunta de un evento en línea con la organización, sin fines de lucro, Oceanic Global, quien tiene como objetivo principal la creación de conciencia sobre los problemas que afectan a los océanos proporcionando soluciones en lo individual y con la participación de los sectores económicos como la industria. En dicho evento se mostraron algunos avances, innovaciones y resultados efectivos que se pueden implementar para mejorar las problemáticas que se viven diariamente en los Océanos.
Siendo de mucha valía la iniciativa de este tipo de organizaciones internacionales. No obstante, sigue siendo responsabilidad de todos nosotros el no seguir contaminando los entornos naturales; cada acción, por pequeña que sea, tiene un efecto positivo o negativo en nuestro medio ambiente. De ahí la necesidad de que cada uno de nosotros nos comprometamos a no contaminar y a no fomentar acciones que repercutan en la biodiversidad que hoy por hoy aún podemos admirar.