La carrera por el negocio de miles de millones de vacunas contra el COVID, que seguramente será pagado por dinero nuestro a un alto costo, a través del presupuesto del gobierno federal, está en un esprint entre las farmacéuticas más poderosas del mundo con miras a ganar carretadas de millones de euros o dólares.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) dio a conocer que para finales de este año tal vez se estarían recibiendo las primeras 2 mil millones de vacunas para ser aplicadas a las personas más vulnerables, al tiempo que emitió un mensaje fatalista de alerta ante la nueva propagación del virus en la “nueva” modalidad de actividades sociales.
Sin embargo, la OMS ni los gobiernos de los distintos países afectados por el COVID han tomado las medidas más adecuadas y primarias que se tienen a la mano para mitigar la pandemia. Tal vez por ser sencillas y aparentemente insignificantes para algunas por su trivialidad, o sea la práctica de consumir frutas y verduras pero con la ciencia naturista de la combinación que fortalece al sistema inmunológico con que nos dotó la naturaleza y que son del desconocimiento total de funcionarios de salud.
La naturaleza, el respeto a la génesis de sus leyes en el medio ambiente y de éste al consumo de la misma por el ser humano para su beneficio no lucrativo no es negocio para las grandes farmacéuticas, la OMS y gobiernos neoliberales o capitalistas. Y es allí donde está la prístina solución para hacer frente a cualquier tipo de pandemia. Pero la ignorancia se impone ante la razón.
La OMS advirtió que el mundo, con la acuciante movilidad para millones de la fuerza laboral ya entró en una fase peligrosa de la emergencia sanitaria. El organismo mundial resumió que ya se registran alrededor de medio millones de muertes y casi 9 millones de contagios en el orbe.
“El mundo entró en una fase nueva y peligrosa. Mucha gente está evidentemente cansada de quedarse en casa. Los países están deseosos de reabrir su sociedad y su economía. Pero el virus se sigue propagando rápidamente”, según el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus.
Pero, insisto, por negocio, ignorancia o sevicia no se orienta, no se habla, no se retoma el tema de la alimentación natural y su poder biológico que nos permite fortalecer nuestro sistema inmune. Con esto se nos deja totalmente en manos de una medicina y salud artificial que es efímera en tanto que un hábito natural es para toda la vida y en beneficio del medio ambiente y las futuras generaciones.
¡Extra! ¡Extra!
En tanto, mediante una declaración que difundieron agencias de noticias internacionales y medios de comunicación, el Premio Nobel de Fisiología, Dr. Tasuku Honjo, desmintió que haya asegurado que el corona virus no es natural, que fue creado en China de manera artificial. Ojo, pues, para aquéllos que mediante Whatsapp y otras redes sociales compartieron dicha falsa versión.
*Presidente de la ONG Franature