Aunque el Estado de México no se ha caracterizado por procesos electorales teñidos de sangre, el reciente asesinato a balazos del hijo del regidor panista Uriel Sánchez del Real, del ayuntamiento de Zumpango, prendió la alerta; sobre todo en la dirigencia estatal albiazul, no obstante, las autoridades ya investigan el móvil para evitar especulaciones de índole proselitista.
Igual de lamentable el asesinato de la sexta regidora priista de Apaxco, Cecilia Viridiana Cruz Díaz, quien fue encontrada muerta en una vivienda del fraccionamiento Santa Teresa III, en el municipio de Huehuetoca, según confirmaron fuentes locales. De las investigaciones ha trascendido que el autor del crimen fue el esposo de Viridiana, quien se entregó de forma voluntaria ante el Ministerio Público del Centro de Justicia de la FGJEM con sede en Cuautitlán Izcalli. Hasta donde se alcanza a saber, se trata de otra víctima más en el terreno de la violencia intrafamiliar.
Por otro lado, a quienes les deben de estar temblado los pies es a las autoridades y líderes locales que integran los diferentes gabinetes regionales del Ejecutivo estatal; ha trascendido que habrá reestructuración de estos cuerpos colegiados, pues teniendo en puerta la elección de 2018, serán estos gabinetes los canales efectivos de operación política tanto del gobernador como de su partido para dar batalla a la oposición, que viene cabalgante.
Se dice que de los primeros en salir podría ser el operador tricolor sureño, Pepe Mejía, quien ha protagonizado fuertes peleas con alcaldes de tierra caliente.
Un tema que está causando controversia entre los legisladores mexiquenses es la emblemática propuesta de campaña del gobernador Alfredo del Mazo, El Salario Rosa, pues hasta el momento dicen desconocer cómo operaría este programa social a partir del próximo año; si éste se integrará como uno nuevo o sustituirá a alguno vigente.
Al respecto, el presidente de la comisión de Desarrollo Social en la Legislatura local, el priista Miguel Sámano Peralta, consideró que ese programa es viable, pero no saben si requerirá recursos adicionales y anticipó que vigilarán los montos destinados al gasto social, a fin de garantizar que su manejo sea transparente.
En tanto, el vicecoordinador de la fracción perredista, Javier Salinas, insistió en que ese compromiso es inviable y es necesario conocer de qué partida se tomarían los recursos, pues el salario rosa implica entregar 600 pesos al mes a cada ama de casa mexiquense; es decir: 28 mil 619 millones de pesos al año, que representan prácticamente 10 por ciento del presupuesto actual.
Ya para concluir y hablando de recursos, se estima que el próximo 'Buen Fin' dejará una derrama de 10 mil millones de pesos en el Estado de México, según datos de la Dirección General de Industria del Gobierno estatal.
Cifras alegres para los empresarios de todo tamaño, no así para las familias mexiquenses que gastan su aguinaldo, que a propósito les dan por adelantado, en productos con aparentes ofertas, para que sus niveles de ahorro se mantengan como casi siempre, en cero.