Mientras en Puebla unos se desgarran las vestiduras peleando entre sí y hacen circo, maroma y teatro para promover sus respectivas figuras, el diputado federal Fernando Manzanilla Prieto hace una seria y sólida propuesta para Construir un Pacto de Bienestar para la entidad, inquietud que le surgió a raíz de la pandemia del Covid 19 que la ha azotado de manera por demás severa.
Es un documento bien pensado, bien planteado, bien descrito, bien orientado, bien definido, a mitigar de manera conjunta las secuelas que va dejando tras de sí ese letal virus que golpea, no sólo a ese estado, sino al país y al mundo entero.
Propone Manzanilla un gran Pacto estatal que sume voluntades, estrategias, esfuerzos; que deje atrás diferencias políticas, sociales y económicas, y erradique los individualismos que a nada bueno conducen para que se logre el bien común a través de la solidaridad y la cooperación, con lo que se podrían cerrar las brechas de pobreza y desigualdad.
El diputado federal reconoce que la sociedad poblana se encuentra polarizada, dividida y su tejido social erosionado, lo que ha obstaculizado que el poder se reforme en beneficio de todos y quede atrás la época oscura de abuso e impunidad, que en casi dos décadas de gobiernos locales, han hecho del clientelismo su forma de subsistencia.
El ex secretario general de gobierno de tres Ejecutivos estatales, asegura que “Puebla no solo enfrenta un reto sanitario y económico de consecuencias impredecibles; enfrenta también el reto de la marginación y la pobreza endémica; de la inseguridad y la impunidad; de la corrupción y la desconfianza institucional”.
Afirma Manzanilla Prieto que mientras no haya diálogo y colaboración que genere confianza, y el discurso siga exaltando la división y el resentimiento acumulado de años de agravios y abusos, no será posible la unidad de los poblanos ni se superará la pandemia como se requiere para salir como sociedad fortalecidos.
En el documento de 46 páginas, propone entre muchas otras cosas, la recuperación económica combatiendo la pobreza, recuperando empleos y sentando las bases de una economía solidaria.
En materia de salud pública, conteniendo y mitigando la propagación del virus y fortaleciendo el sector salud, subsanando las deficiencias estructurales de equipamiento y condiciones laborales del personal médico asistencial.
En materia de pobres y marginados, hace un enérgico llamado a todos los sectores que integran la comunidad poblana, para evitar a toda costa que se incremente el porcentaje de la población contagiada en zonas rurales, donde la escasez alimentaria debe ser una prioridad.
Propone un salario de emergencia; que nadie se quede sin comer; que se genere un plan de obra social; un plan de empleo temporal; de reactivación sectorial, en fin, es un documento que debe ser analizado, discutido y de haber sensatez, puesto en marcha a la brevedad.
Fernando Manzanilla no es un improvisado de la política y de la academia. Es un estudioso de las economías mundiales, de sus retos y dificultades. Se metió, como pocos, a estudiar y a entender esta situación de emergencia que vive la humanidad, y antes de hacer esta Propuesta que presentó en el Congreso, elaboró un documento de 60 páginas en el que aborda la experiencia internacional del Covid y sus lecciones para México.
Lo tituló la “Batalla de México el Mundo contra el Covid 19; Lecciones, Riesgos y Oportunidades”, en el que nos expone y desmenuza claramente, su análisis sobre el origen del virus; aciertos y errores al enfrentarlo; liderazgos; dilemas; estrategias de recuperación económica y expectativas de recuperación.
El diputado federal ofrece en sus estudios y propuestas, alternativas serias para enfrentar en unidad estatal el mayor reto de la historia de la entidad y de México en su totalidad.
Está en su chamba, que es, la de buscar el bien común; lejos de protagonismos, distante de la guerra encarnizada en la que se encuentran el gobernador Miguel Barbosa, que quiere imponer a su cachorro para la alcaldía de la capital, Gabriel Biestro, contra Alejandro Armenta Mier, Eduardo Rivera, y otros aspirantes al cargo que hoy ostenta Claudia Rivera Vivanco y que tiene boleto directo para la gubernatura.
Estos personajes poco o nada han propuesto para que en Puebla se enfrente con éxito la pandemia. Ellos están en lo suyo, que es, golpear, jugar sucio, buscar apoyos, acuerdos, amarres, recursos financieros, para aparecer en las evaluaciones estatales y locales como los mejor posicionados para las elecciones que vienen.
Les importa el cargo y lo que les deja en negocios y dineros, no la situación actual de emergencia sanitaria, política, económica y de seguridad.
No basta sólo con decir que se quiere ver por el bien de la población y se aprovechen de los medios de que disponen por sus cargos públicos y del dinero del erario, para hacer creer que se trabaja en el bienestar común.
Se requieren acciones concretas, propuestas viables, sustentadas en el conocimiento pleno de lo que se quiere atacar, disminuir, combatir, resolver, erradicar.
Fernando Manzanilla es una voz autorizada que debe ser escuchada. Que debe ser valorada si se busca la mejora continua de los ciudadanos poblanos.
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