El Armagedón pandecónomico y la oportunidad transformadora

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El Armagedón pandecónomico y la oportunidad transformadora

Domingo, 02 Agosto 2020 10:29 Escrito por 
El Armagedón pandecónomico y la oportunidad transformadora Los Sonámbulos

Tanto en el ámbito doméstico como a nivel mundial, todos los resultados en materia económica del primer semestre de este año son incontestables: la economía está convertida en una enorme acumulación de materia fecal, con la elocuente excepción de las impunes islas de las finanzas y sus paraísos fiscales, atiborrados de deyecciones, excreciones anti-hacendarias de conservadoras evacuaciones.

En unos países más que en otros, incluidas grandes potencias, pocas naciones se salvaron de la pandemia provocada por un micro-bicho y están en terapia no de choque, sino intensiva, apoyados con ventiladores, escafandras y, en fin, resistiendo con todo tipo de ayuda artificial.

A estas alturas, resulta un caso lo que está sucediendo en China que, aunque es el origen del bicho, su economía no saldrá tan raspada como la de los demás, sobre todo la de Estados Unidos que se desfondó (más de 32.9 por ciento fue la contracción).

Acostumbrados a crecer más de 6 o 7 por ciento, ahora los chinos sólo crecerán 1 por ciento, lo que robustece la teoría de la supremacía de los tuertos sobre las castas ciegas.

tono optimista de “ya empezó la recuperación” frente a la voz del realismo trágico del “retrocedimos diez años”, no debe olvidar que en materia económica y financiera “tocar fondo” significa que después de eso está el “subsuelo”, uno de los círculos de la literatura infernal… o algo quizás peor (la pasividad), previo espacio de calma relativa para tomar algo de aire y esperar el próximo ramalazo.

De modo que a la preocupación del momento debe seguir la reflexión sobre el porvenir… o el “malvenir”, que también suele darse con todo y buenos propósitos, sobre todo cuando lo que se requiere es buscar una nueva alternativa frente a modelos económicos y financieros fracasados, parte moderna de la vieja “ciencia lúgubre”, esa que tanto entusiasmó a los seguidores del historiador Thomas Carlyle por sus furibundos latigazos contra los utilitarios liderados por los británicos Jeremy Bentham y JS Mill y su “máxima utilidad” como fin, al primero defensor a ultranza de la usura bancaria, por ejemplo, igual que cualquier tecnócrata o financiero de nuestro tiempo.

El hecho es que en un reciente informe, el Banco Mundial (BM) arrojó algo de luz sobre la situación actual: sí, será la mayor devastación desde por lo menos 1870 y la pobreza ensanchará su miserable demografía.
Pero algunos países han hecho algo diferente, unos 30, que el malvado microbio “les hizo lo que el viento a Juárez” y saldrán casi indemnes, con alguna escocedura nada más.

"Los pocos mercados emergentes y economías en desarrollo que se espera que eviten las contracciones en la actividad económica este año tienden a ser menos abiertos, más agrícolas y menos dependientes del sector de servicios”, aseguraron economistas del BM en el informe de “Perspectivas Económicas Mundiales”, citados por la BBC.

Algunos de esos países que tendrán crecimiento a pesar de los pesares son China y Laos (1 por ciento), Myanmar (1,5 por ciento) y Vietnam (2.8 por ciento), Uzbekistán (1,5 por ciento), Guyana (51.1 por ciento debido al petróleo); Djibouti (1.3 por ciento), Egipto (3 por ciento); ¡Bangladesh! (1.6 por ciento), Bután (1,5 por ciento), Nepal (1,8 por ciento) y 19 países de la África subsahariana, entre ellos Uganda, Tanzania, Senegal.

¿Las causas del crecimiento? Menos integración en el comercio mundial, mayor dependencia de la agricultura, sector servicios más pequeño, menos dependencia del turismo y un reducido tamaño de brotes acompañado de menos restricciones para confinarse.

Nótese tres hechos que los adictos a la globalización globera han trompeteado como el último descubrimiento de la civilización y su presunto progreso y que merecen ser traducidos: mientras unos festejan ruidosamente tratados comerciales internacionales (invariablemente desventajosos) otros llevan a la práctica políticas domésticas industriales; mientras unos lanzan serpentinas y confeti por exportar campesinos mediante esos tratados, otros aprovechan su mano de obra y fomentan la producción en el campo, y en tanto que unos celebran con coñac y escorts la apertura de grandes plazas comerciales, otros simplemente impulsan la industria doméstica, más allá de los parques industriales manufactureros.

Esto quiere decir que esperar a que la tormenta pase por sí sola, que los indicadores retomen su curso en los próximos meses con la reapertura, no es otra cosa que simular una eventual transformación y prepararse sólo para el “malvenir”. Hay muchas cosas que corregir, como se puede ver.

Si algún espectro se pasea en nuestro México no es el del comunismo, como dicen chabacanamente los partidarios del conservadurismo y la hipocresía democrática en sus lances callejeros tras mínimas lecturas del tema, sino el de la simulación, el más pernicioso de la historia, vieja y reciente.

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Jesús Delgado

Los sonámbulos